REACCIONES FINANCIERAS
En la bolsa de Nueva York, los bonos argentinos mostraron caídas de alrededor de 20% y las acciones de las empresas argentinas de más de 50%.
El efecto inmediato de los resultados de las elecciones internas del domingo en Argentina -en especial la aplastante ventaja de la fórmula K sobre la del oficialismo- fue el esperado por los analistas: el peso argentino se desplomó y la bolsa en Buenos Aires cayó 37,93% ayer lunes.
La moneda abrió a 53 pesos pero rápidamente llegó a 60 por dólar. Al final de la jornada cerró en 57,30 pesos por dólar, una depreciación de 18,76% con respecto al viernes pasado. Algunas casas de cambio apagaron sus pizarras y por momentos colapsaron las páginas web de los bancos.
El Banco Central argentino elevó la tasa de referencia a 74% anual y ofreció una licitación por 50 millones de dólares, en un intento por contener la corrida cambiaria.
Pero la incertidumbre hizo temblar a la Bolsa de Buenos Aires, que el viernes había subido 8% en señal de optimismo, y ayer lunes perdió casi 38%, con caídas de más de 49% para algunos títulos.
En la bolsa de Nueva York, los bonos argentinos mostraron caídas de alrededor de 20% y las acciones de las empresas argentinas de más de 50%.
"Miente".
“Es lo que pasa cuando un gobierno miente sobre el rumbo de la economía”, reaccionó el candidato kirchnerista Alberto Fernández, visto con desconfianza por los mercados, más afines a las políticas del presidente Mauricio Macri.
“El presidente tendría que estar dando tranquilidad y los mercados están intranquilos por él, porque admiten que el Gobierno se metió en un escenario donde ahora no puede dar respuesta”, dijo Fernández.
El candidato del Frente de Todos le reclamó a Macri que “se ponga las pilas” y “se de cuenta de que lo que han hecho no le sirvió ni electoralmente ni en términos económicos”.
“Cada tropezón del Gobierno se convierte en una crisis económica y eso demuestra la debilidad que tiene”, aseveró.
Desde que asumió en diciembre de 2015, Macri ha revertido las políticas de su antecesora Cristina Kirchner, con apertura a los mercados, pero enfrenta una fuerte crisis económica. La recesión, la inflación de 22% en el primer semestre, una de las más altas del mundo, y la pobreza que alcanza a 32% pesaron más en las urnas que el rechazo a las denuncias por corrupción contra Cristina Kirchner, con varias causas abiertas y un juicio en marcha.
Para el analista político Carlos Fara, el resultado dejó de manifiesto “que el gobierno perdió el apoyo de sectores clave de la sociedad”. “El voto mostró una insatisfacción profunda con la situación económica, la angustia en la sociedad que sintió que el gobierno se había desconectado de la realidad y no estuvo a la altura para enfrentar los problemas”, dijo Fara a la AFP.
Para el analista político Sergio Berensztein, el gobierno atraviesa “su peor crisis política”. “Lo electoral ha pasado a tercer plano. Fue contundente la reacción de los mercados. Hoy todos los argentinos son más pobres, es el comienzo de un ajuste caótico que puede ser el fin”, apuntó.