TENSIONES

Después del intercambio por teléfono que tuvieron anoche para acordar la designación de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía, Alberto Fernández y Cristina Kirchner podría reunirse hoy a solas, personalmente. Así lo reconocieron a La Nación fuentes oficiales al tanto de las negociaciones entre la Casa Rosada y el Instituto Patria.

Si bien el jefe del gabinete, Juan Manzur aseguró hoy que no habrá más cambios en el mismo, la vicepresidenta pretendería forzar algunas salidas, como la de los tres dirigentes sociales que tienen cargo en la gestión: Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Daniel Menéndez, (Somos Barrios de Pie) quienes cumplen funciones en el Ministerio de Desarrollo Social, y Fernando “Chino” Navarro (también del Movimiento Evita), que es el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete.

También está en la mira del kirchnerismo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que se opone al salario universal y al aumento por decreto que impulsa la vicepresidenta.

Sin precisiones sobre el eventual encuentro de las cabezas del Gobierno, Gabriela Cerruti, portavoz de la Casa Rosada, reconoció que se reactivaron los canales de diálogo y que los mandatarios quedaron en contacto. “Van a continuar conversando. Entiendo que el punto era: ‘Resolvamos hoy esto y después seguimos hablando del resto’”. Así, la vocera abrió la puerta a posibles cambios en otras áreas de la gestión.

Mientras cerca del presidente evitaron hacer comentarios adicionales sobre la conversación, en el "albertismo" quedó la sensación de que la ofensiva de Cristina está lejos de amainar.

En la Casa Rosada trabajan por un encuentro en persona entre Fernández y la vicepresidenta que todavía no tiene fecha ni horario. “No sé si (se van a reunir) en el día de hoy, van a seguir conversando”, afirmó Cerruti a la FM Futurock, y aunque afirmó haber estado “en otra habitación” mientras se producía el diálogo, estimó que la conversación entre presidente y vicepresidenta había sido “en buenos términos”.

Fernández y su vicepresidenta se vieron en persona por última vez el 3 de junio pasado, en el acto por los 100 años de YPF. Antes de ese reencuentro, pasaron 95 días de distancia y silencio. En Tecnópolis, Cristina apeló a la frase de “la lapicera” para presionar al presidente en la toma de decisiones. Surgió también la polémica por la obra del gasoducto, que derivó en la salida de Matías Kulfas. Pasó apenas un mes. Y los frentes abiertos son cada vez más.