AFP, EFE
Al menos 20 personas murieron y más de 70 resultaron heridas ayer viernes en uno de los peores bombardeos rusos contra Odesa, la gran ciudad portuaria del sur de Ucrania, a orillas del mar Negro, atacada ya dos veces en los últimos días.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció el “infame ataque” realizado con dos misiles, el segundo de los cuales impactó “en el momento en que los socorristas y los médicos llegaban al lugar”.
Según el último balance del fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, 20 personas murieron y 73 resultaron heridas.
“Entre los muertos hay encuentran residentes, un paramédico y un socorrista”, dijo el gobernador regional Oleg Kiper en Telegram.
Este es uno de los ataques más mortíferos en Odesa desde el inicio de la invasión rusa contra Ucrania hace más de dos años.
“El terror ruso en Odesa es una señal de la debilidad del enemigo, que lucha contra civiles ucranianos en un momento en que no puede garantizar la seguridad de su pueblo en su propio territorio”, afirmó Andréi Yermak, el jefe de gabinete de Zelenski.
Con estas declaraciones, Yermak se refirió a los recientes ataques ucranianos y a las incursiones de milicias rusas proucranianas en territorio ruso.
El de ayer fue el tercer ataque mortal desde principios de marzo en Odesa. El 3 de marzo, un ataque con drones contra un edificio de apartamentos causó la muerte de 12 personas, entre ellas cinco niños, y el 6 de marzo un bombardeo dejó cinco muertos, cuando el presidente Zelenski y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, estaban de visita por la ciudad.
En los últimos meses Rusia multiplica los ataques sobre esta ciudad y su puerto, que es crucial para las exportaciones ucranianas de granos en el mar Negro.
La Unión Europea (UE) aseguró que el ataque ruso de ayer en Odesa es muestra de “la barbarie de la agresión” de Putin contra Ucrania. “Un ataque particularmente atroz y mortífero de Rusia contra objetivos civiles en Odesa”, indicó en la red social X Peter Stano, portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell.
“Otra muestra de la barbarie de la agresión de Putin”, agregó, y recalcó que “todos los responsables tendrán que rendir cuentas”.
“Elecciones”
El bombardeo contra Odesa coincide con el primer día de las elecciones presidenciales en Rusia, en las cuales el presidente Vladimir Putin, en el poder desde hace 24 años, tiene garantizada su reelección.
Los comicios también se llevan a cabo en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania y en Transnistria, un territorio separatista prorruso en Moldavia.
Los comicios, que comenzaron ayer durarán hasta mañana domingo, permitirán a Putin, de 71 años, permanecer en el cargo hasta 2030. Si ello ocurriera, se convertiría en el dirigente más longevo al frente de Rusia desde Catalina la Grande, que gobernó durante 34 años a fines del siglo XVIII.
Sus adversarios son tres candidatos que no se opusieron a la invasión a Ucrania ni a la represión que diezmó la disidencia. Una encuesta estatal predijo a principios de semana que Putin obtendría más del 80% de los votos.
Su mayor adversario político, Alexéi Navalny, murió el mes pasado en una cárcel del Ártico. Su viuda, Yulia Navalnaya, llamó a los rusos a congregarse ante los colegios electorales a mediodía de mañana domingo, como forma de protesta.
La fiscalía de Moscú advirtió que castigaría a los implicados en “la organización y participación de actos masivos”.
Según analistas, Putin busca convertir los comicios en una demostración de apoyo a su ofensiva militar en Ucrania, que se inició en febrero de 2022.
Tanto Ucrania como los gobiernos occidentales calificaron los comicios de farsa.
Ucrania denuncia “farsa” electoral
Ucrania denunció de “farsa” las elecciones rusas de este fin de semana en los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, así como en Crimea. La viceministra ucraniana Irina Vereshchuk pidió a los residentes de las zonas ocupadas, que suponen aproximadamente el 20% del país, que eviten participar en las elecciones “por todos los medios”. Vereshchuk subrayó que Rusia “no respeta ningún derecho, libertad o convención internacional”.