TRAGEDIA

Al menos 41 personas murieron hoy y otras diez resultaron heridas en el estado de San Pablo debido a la colisión entre un autobús que transportaba a un grupo de empleados y un camión, considerado como uno de los peores accidentes de tráfico del último lustro en Brasil.

El Cuerpo de Bomberos informó que 37 personas murieron en el lugar de la colisión y otros cuatro pasajeros fallecieron en hospitales debido a las graves heridas.

El accidente se produjo a las 7 de la mañana en una zona de difícil acceso en la carretera Alfredo de Oliveira Carvalho, a la altura de la localidad Taguaí, unos 350 kilómetros de la capital paulista y cerca de la frontera con el estado de Paraná.

Medios locales informaron que unas 53 personas iban en el autobús, en tanto que el conductor del camión fue rescatado con vida.

Los heridos fueron trasladados a hospitales de Taguaí, así como a las ciudades carcanas de Fartura y Taquarituba.

El portavoz de la Policía Militarizada de San Pablo, el teniente Alexandre Guedes, afirmó a la cadena televisiva GloboNews que el autobús transportaba trabajadores de una empresa textil de la región, pero explicó que todavía no es posible precisar cifras exactas.

“Cuando los efectivos llegaron al lugar había cuerpos por doquier, no era posible decir quién estaba en el camión o en el autobús”, dijo un asesor de la Policía Militar a la AFP.

Se trata del más grave accidente de tráfico en las carreteras de San Pablo en los últimos 22 años, según el portavoz.

La hipótesis inicial es que el conductor del autobús perdió el control del vehículo, aunque las autoridades insisten en que las causas solo podrán determinarse después de la investigación.

“La hipótesis es que el accidente ocurrió a causa de un adelantamiento por parte del autobús”, que terminó por chocar frontalmente con el camión, dijo.

El autobús salió de Taquarituba y se dirigía a Fartura, en el sur del estado, cercano a la frontera con Paraná.

Imágenes de los medios locales muestran el autobús parcialmente despedazado, así como la cabina del camión que terminó fuera de la carretera.

El gobernador del estado de San Pablo, Joao Doria, lamentó lo ocurrido, prestó su solidaridad a los familiares de las víctimas y anunció un grupo de trabajo intensivo para auxiliar en las labores de identificación de los fallecidos. “La Secretaría de Seguridad Pública accionó a los Institutos Médico Legal de la región, en las ciudades de Avaré, Botucatu e Itapetininga, para atender al gran número de decesos lo más rápido posible”, señaló la Gobernación en un comunicado.

La Gobernación de San Pablo también convocó a los ciudadanos a realizar donaciones de sangre para las víctimas del siniestro, ya que los bancos de los hospitales se encuentran en niveles críticos debido a la reducción de donadores durante la pandemia de coronavirus.

“Las víctimas de ese terrible accidente en Taguaí necesitan de donaciones de sangre”, recalcó el gobernador Doria en sus redes sociales.

“Con una situación así, la transfusión de sangre es fundamental y lo peor es que los estoques de sangre están bajos por la pandemia” de COVID-19, dijo por su parte a la televisión Globo News el secretario de Salud del estado paulista, Jean Gorinchteyn.

El secretario de Salud expresó que, debido a los bajos niveles en los bancos sanguíneos, hay un “riesgo de no poder dar la debida asistencia a esas personas” e hizo un llamamiento a los residentes de ciudades cercanas para que acudan a los centros colectores.

“Hoy, las excedencias, en virtud de la pandemia, se redujeron para días. Llegamos a niveles de emergencia de tener ‘stocks’ para un solo día”, expresó el secretario, cuando Brasil celebra su Día Nacional de Donación de Sangre.

Autoridades de tránsito brasileñas estiman que entre 2015 y 2019 murieron en promedio 30.000 personas al año en accidentes de tránsito en el país.