Matan al líder de Al Qaeda y sucesor de Osama bin Laden

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Ayman al Zawahiri. Foto: @hafghanb

LO CONFIRMÓ JOE BIDEN

Hacía meses que Estados Unidos verificaba su ubicación; el 25 de julio Joe Biden dio la orden de matarlo con un dron.

La muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, en un ataque con dron estadounidense, ayudará a “pasar página” a las familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001. “Espero que esta acción decisiva les permita pasar página”, dijo anoche el presidente Joe Biden al confirmar la muerte del líder de la organización terrorista.

Estados Unidos mató el fin de semana a Al Zawahiri, quien se encontraba al frente de Al Qaeda desde el asesinato de Osama bin Laden en 2011, en una operación antiterrorista llevada a cabo por un dron en Kabul, Afganistán.

En una comparecencia televisada desde el balcón de la Sala Azul de la Casa Blanca anoche, Biden dijo que con la muerte de Al Zawahiri “se ha hecho justicia” y que el mundo ya no debe temer a este “asesino despiadado y constante”.

El mandatario se dirigió a “todos aquellos alrededor del mundo que quieren dañar a Estados Unidos” y les aseguró que su país permanecerá siempre alerta y listo para actuar cuando se trate de defender la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.

Al Zawahiri murió en la mañana del domingo en Kabul, cuando se encontraba en el balcón de la residencia en que se alojaba y un dron le disparó dos misiles Hellfire.

Según la Casa Blanca, únicamente el líder de Al Qaeda falleció en la operación, y no hubo ningún daño colateral, ni tan siquiera los miembros de su familia que con él se alojaban, algo en lo que el propio Biden había insistido en varias ocasiones y que había puesto como una de las condiciones para proceder con el ataque.

La autorización de Biden se produjo unos días antes del ataque, el lunes 25 de julio, tras varias semanas de reuniones con su cúpula militar y de inteligencia.

La inteligencia estadounidense llevaba meses confirmando por vía de múltiples fuentes y de distintos métodos que efectivamente era Ayman al Zawahiri quien residía en esa casa, de la que nunca salía y únicamente quedaba expuesto cuando se encontraba en el balcón.

El líder de Al Qaeda se trasladó a la capital afgana junto a su familia a principios de este año procedente de Pakistán y, de acuerdo con la Casa Blanca, todavía constituía una amenaza para Estados Unidos.

Nacido en Egipto en 1951, al Zawahiri era un médico al que sus compañeros de facultad calificaban de tímido, pero que llegó a convertirse en uno de los terroristas más buscados del mundo como líder de la red Al Qaeda tras la muerte de Bin Laden.

Una de las últimas veces que Al Zawahiri apareció en un video antes de su fallecimiento fue en una grabación difundida por la organización terrorista con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

En ese video, titulado “Jerusalén nunca será judaizado”, se veía a Al Zawahiri vestido con una túnica y una larga barba blanca hablando durante más de una hora sobre una amplia diversidad de temas, en especial de la causa palestina.

Tras los atentados del 11/S, Interpol ordenó su busca y captura -Al Zawahiri era entonces la mano derecha de Bin Laden-, bajo la acusación de acciones terroristas en Egipto y de ser “una de las cabezas de Al Qaeda”, y el FBI lo puso en su lista de más buscados con una recompensa de 25 millones de dólares por información que llevara a su arresto. Desde entonces, había vivido escondido.

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