REINO UNIDO
Sostuvo que es “muy probable” que Moscú resulte responsable.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo ayer lunes que es "muy probable" que Moscú sea el responsable del envenenamiento en Inglaterra del exagente doble ruso Sergei Skripal y su hija usando un agente neurotóxico de grado militar.
Según dijo May en el Parlamento británico, el responsable del envenenamiento fue el estado ruso de forma directa, o permitió que la sustancia —perteneciente al grupo Novichok de agentes neurotóxicos—llegara a manos de terceros.
May dijo que el embajador de Rusia en Londres fue convocado para que explique al secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, cómo llegó a ser usado el agente en el incidente del 4 de marzo en la localidad de Salisbury, en el sur de Inglaterra.
Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, llevan hospitalizados en estado crítico desde que fueron encontrados inconscientes en un banco frente a un centro comercial en la ciudad.
Un policía británico que fue uno de los primeros en asistir al espía también se vio afectado por la sustancia. Ahora se encuentra consciente, en estado grave pero estable.
"El miércoles estudiaremos en detalle la respuesta del estado ruso", comentó May. "Si no hay una respuesta creíble, concluiremos que esta acción equivale al uso ilegal de la fuerza por el estado ruso contra el Reino Unido", agregó.
May indicó que el envenenamiento ocurrió "con el telón de fondo de un patrón bien establecido de agresión del estado ruso" y aseguró que Londres está listo para adoptar "medidas mucho más amplias" contra Rusia que en el pasado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia respondió de manera inmediata, señalando que la palabras de May son un "circo" en el marco de una campaña contra Moscú.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos condenó ayer lunes el ataque químico contra el exespía ruso, evento que clasificó como "un escándalo".
"El uso de un agente nervioso letal contra ciudadanos británicos en suelo británico es un escándalo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
"El ataque fue temerario, indiscriminado e irresponsable", agregó. Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca no responsabilizó a Rusia por el ataque, como sí hizo la primera ministra británica.