Redacción El País
Dos candidatos a alcaldías en México, uno en un poblado del norte y el otro en una comunidad del sur, fueron asesinados el viernes en medio de una ola de violencia electoral que azota al país rumbo a los comicios generales del 2 de junio, dijeron autoridades.
Noé Ramos, quien buscaba la reelección como jefe del municipio de Mante, en el estado de Tamaulipas (noreste), falleció a puñaladas mientras se encontraba reunido con simpatizantes, afirmó la fiscalía estatal. Según medios locales, Ramos, aspirante por una coalición de centroderecha, estaba caminando por la localidad para conversar con vecinos, cuando un hombre se acercó y lo atacó con cuchillo.
El segundo político asesinado durante esa jornada fue Alberto Antonio García, candidato del partido oficialista Morena a la alcaldía de San José Independencia, en Oaxaca (sur), informó en un comunicado la fiscalía de ese estado.
García y su esposa, Agar Cancino, actual alcaldesa de esa localidad, habían sido reportados como desaparecidos desde el miércoles, precisó la entidad. Las autoridades habían emprendido su búsqueda y Cancino fue hallada con vida en una isla conocida como Cerro Arena. García, en cambio, fue encontrado muerto, señaló el informe oficial.
Desde el 23 de septiembre, cuando comenzó el proceso para las elecciones generales de junio, han sido asesinados 15 aspirantes a cargos regionales, había informado la consultora Integralia antes de los crímenes de Ramos y García.
Desde hace años, la espiral de violencia ligada al crimen organizado alcanza a políticos de varios partidos de México, sobre todo aquellos que ocupan o aspiran a cargos regionales. Los motivos son intentos de las mafias de someter a los candidatos o disputas de poder entre grupos políticos.
El 3 de abril, en un ataque similar, fue asesinada a balazos al terminar su primer mitin Gisela Gaytán, quien buscaba ser alcaldesa de Celaya, en el estado de Guanajuato (centro), por el partido Morena. AFP