EFE/AFP
Rusia lanzó ayer miércoles un nuevo ataque con misiles sobre Kiev y redobló sus ataques sobre la ciudad de Avdivka, en el frente oriental, mientras Ucrania sigue a la espera del desbloqueo de la ayuda militar estadounidense y europea. El ataque en la madrugada del miércoles siguió al del lunes.
Los sistemas de defensa antiaérea de la capital ucraniana abatieron una decena de misiles, cuyos fragmentos al caer causaron más de 50 heridos y dañaron numerosas casas, edificios y automóviles, informó la Administración Militar de Kiev.
La parte más afectada de la ciudad fue la situada en la margen oriental del Dniéper, que divide prácticamente en dos la capital.
Los ataques con misiles balísticos de esta semana se producen después de meses de relativa calma en la capital en los que Rusia se limitó a lanzar ataques esporádicos con drones.
En el frente oriental, las fuerzas rusas que intentan cercar Avdivka lanzaron más de cincuenta ataques, todos ellos repelidos por las tropas ucranianas que defienden ese sector, informó ayer el Estado Mayor General de la Fuerzas Armadas de Ucrania.
“Los combatientes ucranianos continúan manteniendo a raya al enemigo, que sigue intentando rodear Avdivka”, se lee en el parte militar, que añade que las tropas de Kiev “infligen pérdidas masivas en el enemigo”.
Según datos de inteligencia estadounidense, desde el 10 de octubre pasado Rusia ha perdido a más de 13.000 hombres entre muertos y heridos en los ataques sobre Avdivka.
En su parte de ayer, el mando militar ruso comunicó que sus fuerzas rechazaron un total de trece incursiones ucranianas en diversos sectores del frente y atacaron posiciones enemigas con fuego de artillería y lanzallamas pesados.
El Ministerio de Defensa de Rusia cifró en 615 las bajas, entre muertos y heridos, sufridas por las tropas ucranianas en las últimas 24 horas, pero no informó de avances sobre el terreno.
Sin embargo, de acuerdo con el Centro para Estrategias de Defensa de Kiev se produjeron “progresos menores” rusos al este y al norte de Stepove, localidad situada a unos 12 kilómetros al noroeste de Avdivka.
Según este “think tank” ucraniano, Rusia también habría avanzado en el noroeste de Márinka, situada también en la provincia oriental de Donetsk y otro de los puntos calientes del frente.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, elogió la labor de los militares y se comprometió a reforzar las defensas aéreas del país.
“Rusia confirmó de nuevo su título de país vergonzoso que lanza cohetes por la noche, golpeando zonas residenciales, guarderías e instalaciones energéticas en invierno”, afirmó en redes sociales.
Ayuda de EE.UU, clave
Las ofensivas rusas en el este se producen en medio del veto de los republicanos en Estados Unidos a aprobar nuevos fondos para seguir enviando ayuda militar y financiera a Ucrania, clave para seguir combatiendo al invasor ruso.
En su visita a Washington de este lunes y martes, Zelenski no pudo desbloquear la ayuda, pero no se marchó con las manos vacías: su homólogo estadounidense, Joe Biden, anunció la entrega de un paquete de asistencia militar por un valor de 200 millones de dólares.
Ayer miércoles, Zelenski llegó a Noruega para reunirse con los dirigentes de las cinco naciones nórdicas, donantes clave de Ucrania en el conflicto con Rusia. “No podemos ganar sin ayuda”, afirmó a los periodistas el presidente ucraniano, después de una conversación con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.
“Pero no se puede perder, porque lo único que tiene uno es su país”, añadió.
Tras el fracaso de la contraofensiva lanzada por Ucrania en junio, Zelenski intenta reconstruir el apoyo de los aliados ucranianos en medio del creciente cansancio.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, instó ayer a los 27 miembros del bloque a apoyar la ayuda económica para Ucrania y sus aspiraciones de adherir a la UE.
Esposas reclaman regreso de reclutas
El presidente ruso, Vladímir Putin, tiene un problema en la retaguardia más grave que la escasez de soldados. Son las esposas de los cientos de miles de reservistas que combaten en Ucrania, que se han unido para demandar al Kremlin el fin de la movilización indefinida. “Aspirar a una vida normal es algo arriesgado en nuestra realidad actual, pero el riesgo de que mi marido muera es un millón de veces mayor de que yo reciba una multa. La elección es evidente”, comentó a EFE una de esas mujeres en condición de anonimato.
El movimiento “Camino a casa” envió hace una semanas un manifiesto a Putin en el que exige el inmediato retorno de sus maridos, que fueron movilizados en septiembre de 2022 por decreto presidencial.
Todo comenzó en agosto. Ante la falta de respuesta de las autoridades, las mujeres, que también incluyen a hermanas y madres de reservistas, crearon un movimiento, que se ha mostrado muy activo desde entonces.
Unos 300.000 reservistas fueron movilizados por orden de Putin para combatir en Ucrania.
-
Justicia argentina investiga amenaza de muerte al presidente ucraniano Zelenski en su visita a Buenos Aires
Lacalle fue invitado por Zelenski a Ucrania, se reunió con Noboa y tendrá bilateral con Milei en Anchorena
Rusia intensificó ataques en casi toda la línea del frente y Ucrania reconoce la superioridad del enemigo