EFE, AFP
En momentos en que Ucrania clama por más ayuda de sus aliados occidentales y apenas puede sostener su defensa, tres milicias de voluntarios rusos opositores al régimen del Kremlin le están dando una mano. Estas milicias anunciaron ayer martes una nueva incursión en territorio de la Federación Rusa en la que habrían tomado el control de una localidad de la región fronteriza de Bélgorod, informó el exdiputado ruso exiliado Iliá Ponomariov.

“La Legión Libertad para Rusia, el Cuerpo de Voluntarios Rusos y el batallón Siberiano han entrado en las regiones de la Federación Rusa de Kursk y Bélgorod en el marco de una operación conjunta”, escribió en su cuenta de Facebook Ponomariov, que está considerado el jefe político de la Legión Libertad para Rusia.

La incursión también ha sido confirmada por la Legión Libertad para Rusia en su canal de Telegram. “Como todos nuestros conciudadanos, en la Legión soñamos con una Rusia libre de la dictadura de Putin. Pero nosotros no sólo soñamos: hacemos todos los esfuerzos para que esos sueños se hagan realidad”, se lee en ese canal de Telegram.

“Le arrebataremos nuestra tierra al régimen centímetro a centímetro”, añade el mensaje, que va acompañado de un vídeo grabado supuestamente dentro de Rusia en el que un soldado de la Legión hace una declaración a la cámara. Otro vídeo compartido ayer muestra a integrantes de la Legión circulando por caminos de tierra con al menos un tanque.

La Legión Libertad para Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos están formadas por combatientes rusos contrarios al presidente Vladímir Putin y luchan en la guerra con el Ejército ucraniano.

Estas milicias han protagonizado varias incursiones en territorio ruso desde el principio del conflicto. La más sonada tuvo lugar en mayo del año pasado, cuando se hicieron con el control de algunas localidades de la región rusa de Bélgorod durante varias horas.

El Kremlin afirmó que repelió a todas las incursiones de milicias rusas proucranianas en su territorio, horas después de que reivindicaran la captura de un pueblo fronterizo.

Por su parte, Ucrania lanzó ayer martes, en vísperas de las elecciones presidenciales en Rusia, un ataque masivo con drones contra diez regiones rusas.

En total, el ataque masivo de ayer martes afectó a diez regiones rusas, incluidas las de Moscú y Leningrado.

El Ministerio de Defensa ruso informó, por su parte, de que fueron abatidos al menos 30 aparatos no tripulados sobre los cielos de la parte europea del país.

Los militares rusos no hicieron públicos los datos sobre posibles víctimas ni daños en los ataques, pero las autoridades de las regiones de Nizhni Nóvgorod y Oriol informaron de incendios en una refinería y un depósito de petróleo, respectivamente, como consecuencia de los incidentes.

La lluvia de drones comenzó de madrugada, pero continuó a lo largo del día, pues las autoridades de la región fronteriza Bélgorod informaron de daños en el edificio de la Alcaldía y en la vecina Kursk mandaron a sus alumnos a casa hasta final de esta semana, como mínimo.

Se trata de uno de los mayores ataques contra territorio ruso que efectúa Ucrania y que precede a las elecciones presidenciales rusas, programadas para el 15, 16 y 17 de marzo.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró el lunes que se había “frenado” el avance de Rusia y que la situación en el frente estaba “mucho mejor” que hace tres meses. Las fuerzas navales ucranianas reivindicaron ayer la destrucción de un “puesto de mando” ruso en un petrolero encallado en el mar Negro, cerca del estuario del río Dniéper.