VENEZUELA
La presidenta de la misión dijo que "encontró motivos razonables" para creer que las autoridades "han planificado y ejecutado desde 2014 graves violaciones a los derechos humanos".
Si algo le faltaba a Nicolás Maduro para reforzar el desprestigio de su régimen ante la comunidad internacional, la ONU se encargó de aportarlo. La misión que analizó las denuncias de la oposición y de organizaciones de derechos humanos, divulgó este miércoles su informe y confirmó lo que le decían: en Venezuela bajo el régimen chavista se cometieron crímenes de lesa humanidad.
“La Misión encontró motivos razonables para creer que las autoridades y las fuerzas de seguridad venezolanas han planificado y ejecutado desde 2014 graves violaciones a los derechos humanos, algunas de las cuales -incluidas las ejecuciones arbitrarias y el uso sistemático de la tortura- constituyen crímenes de lesa humanidad”, dijo la presidenta de la misión, la abogada portuguesa Marta Valiñas, en un comunicado.
“Lejos de ser actos aislados, estos crímenes se coordinaron y cometieron de conformidad con las políticas del Estado, con el conocimiento o el apoyo directo de los comandantes y los altos funcionarios del gobierno”, agregó Valiñas, experta en derecho penal internacional, especializada en crímenes sexuales y de género e investigadora de la Corte Penal Internacional.
Otro miembro de la misión, el chileno Francisco Cox, declaró que los investigadores de la ONU encontraron evidencias de que Maduro había ordenado en ocasiones personalmente al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) a quién vigilar y detener. “Tenemos motivos razonables para creer que esto es una política de Estado (...) para sofocar a la oposición”, sostuvo.
Ante tan contundentes denuncias, el régimen de Maduro sacó el manual para responder. El informe de la ONU, dijo el canciller venezolano Jorge Arreaza en Twitter, está “plagado de falsedades, elaborado a distancia, sin rigor metodológico alguno, por una misión fantasma dirigida contra Venezuela y controlada por gobiernos subordinados a Washington”.
3/3 Un informe plagado de falsedades, elaborado a distancia, sin rigor metodológico alguno, por una misión fantasma dirigida contra Venezuela y controlada por gobiernos subordinados a Washington, ilustra la práctica perversa de hacer política con los DDHH y no política de DDHH.
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) September 16, 2020
Arreaza reiteró que no reconocen “ningún mecanismo politizado e inquisidor, creado con fines ideológicos por países con pésimos récords en DDHH.
Venezuela vive desde 2015 una grave crisis política, que se agravó en 2019 cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se proclamó presidente encargado, luego de que el parlamento de mayoría opositora desconociera la reelección de Maduro en los comicios de mayo de 2018 por fraudulentas.
Para Guaidó, el informe de la ONU “despeja cualquier duda: Maduro es un criminal que además de respaldar el narcotráfico y terrorismo, comete delitos de lesa humanidad”.

En julio, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta socialista de Chile, Michelle Bachelet, presentó un informe en el que denunciaba “detenciones arbitrarias, violaciones a las garantías al debido proceso” y casos de “tortura y desapariciones forzadas”.
En esta ocasión, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas sobre Venezuela investigó 223 casos, 48 de ellos en profundidad, en un exhaustivo informe de 443 páginas. Además, estudió otros 2.891 casos para “corroborar los patrones de violaciones y crímenes”, como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y tortura.
No obstante, esta misión no pudo visitar Venezuela, debido a que “el gobierno no respondió a las reiteradas solicitudes” y a las restricciones de viaje por el COVID-19, y realizó 274 entrevistas a distancia con víctimas, testigos, exoficiales y abogados, así como documentos confidenciales. Entre los testimonios estuvo el del general Christopher Figuera, exjefe del Servicio de Inteligencia.
La misión de la ONU constató que “el gobierno, los agentes estatales y los grupos que trabajaban con ellos habían cometido violaciones flagrantes de los derechos humanos de hombres y mujeres en Venezuela”.
Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y sus Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) dijeron a la misión que “era una práctica común encubrir los asesinatos plantando armas para simular ‘enfrentamientos’”.
“Los asesinatos parecen formar parte de una política de eliminación de miembros no deseados de la sociedad bajo la cobertura de la lucha contra el crimen”, dijo Valiñas.
La misión investigó el accionar del SEBIN y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), y documentó detenciones que en realidad eran “desapariciones forzadas de corta duración”, que incluían “torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, incluidos actos de violencia sexual, ya fuera para obtener confesiones o como castigo”.
Según Cox, los organismos de inteligencia también sometieron a opositores o disidentes “a violencia sexual”, así “como palizas y descargas eléctricas en los genitales”.
Según la ONG defensora de derechos humanos Foro Penal, en Venezuela hay más de 300 detenidos por motivos políticos. Valiñas dijo que instancias como la Corte Penal Internacional “deberían considerar la posibilidad de emprender acciones legales” contra los responsables identificados.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, iniciará el jueves una gira por Surinam, Guyana, Brasil y Colombia, en la que buscará fortalecer la alianza regional contra Nicolás Maduro.
Durante su visita, Pompeo intentará reforzar la colaboración con esos países para “apuntalar la democracia, combatir la pandemia de COVID-19, revitalizar la economía y el peso de la pandemia en la economía, y fortalecer la seguridad contra peligros regionales, especialmente, la amenaza que emana de Maduro en Venezuela”, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado.
La gira comenzará por Surinam y Guyana. Es la primera vez que un secretario de Estado visitará estos países, desde sus respectivas independencias.
El funcionario estadounidense explicó: “No es solo que Venezuela produzca refugiados, están creando problemas de seguridad para todos los países albergando a terroristas, albergando a narcotraficantes. Estamos poniendo muchos activos en esto y trabajando de cerca con todos los socios caribeños”.
El viernes 18, Pompeo se trasladará a la ciudad de Boa Vista, en Brasil, para reunirse con receptores brasileños de fondos estadounidenses para ayuda a emigrantes y refugiados de Venezuela, y se reunirá con su homólogo brasileño, Ernesto Araújo.
Desde Brasil, Pompeo viajará a Colombia el sábado 19.