Elisabetta Piqué, La Nación/GDA
Un misterio sacude y desvela a la ciudad de Palermo, Sicilia, donde Angelo Onorato, marido de la eurodiputada italiana Francesca Donato fue hallado muerto este sábado 25 de mayo adentro de su Range Rover, con una abrazadera de plástico en el cuello, estrangulándolo. ¿Homicidio o suicidio?
Sentado en el lugar del conductor, con una mancha de sangre sobre su camisa, Onorato, arquitecto de 56 años y, junto a su mujer, persona conocida de la alta sociedad de Palermo, fue hallado por su esposa y su hija a las 15:00 horas. Había salido de su casa, sonriente, por la mañana, diciendo que tenía una cita. Como, horas más tarde, no había regresado para almorzar ni contestado mensajes o llamados, preocupadas, su mujer e hija decidieron geolocalizarlo a través de su iPhone. Fue entonces que, en una localidad cercana a la autopista que lleva al aeropuerto, tuvo lugar el macabro hallazgo del auto y de su cadáver adentro, con el cinturón de seguridad puesto.
“¡Me lo mataron!”, clama Francesca Donato, eurodiputada en verdad bastante desconocida, que fue electa con la Liga y conocida por sus posturas anti-euro y no vax, pero que había pasado a militar en la Democracia Cristiana Siciliana que lidera el exgobernador de Sicilia Salvatore “Totó” Cuffaro, político aliado en su momento del fallecido magnate Silvio Berlusconi, que debió renunciar en 2008 tras ser condenado a cinco años de prisión por favorecer a la mafia.
A Palermo non si esclude nessuna pista sulla morte dell'imprenditore Angelo Onorato, marito dell'eurodeputata Dc Francesca Donato. È stata proprio lei , insieme alla figlia, a ritrovarne il cadavere all'interno dell'auto, in una zona periferica della città
— Rai Radio1 (@Radio1Rai) May 26, 2024
Rita Pedditzi #GR1 pic.twitter.com/xeheoyCleX
La policía al momento no excluye ni la hipótesis de homicidio, ni la del suicidio. Onorato, en efecto, podría haberse suicidado apretando él mismo la abrazadera plástica, de esas que utilizan los electricistas, al cuello. Aunque también podría haber sido asesinado por alguien que estaba con él en el auto, quizás sentado en el asiento posterior.
Pero en el vehículo, según trascendió, no fueron halladas huellas o marcas de lucha o violencia que demuestren que la víctima intentó reaccionar y defenderse. Además, las cámaras que se encuentran al principio y al final de la calle donde fue hallado el vehículo, tampoco dieron indicios de homicidio. Según las grabaciones, es evidente que ningún auto se detuvo cerca del Range Rover del arquitecto porque todos los coches “filmados” pasaron en un tiempo incompatible con una parada. Tampoco fue filmado alguien que pasó por allí a pie, por lo que todo indicaría que se trató de un suicidio, salvo pensar que el asesino se hubiera alejado del escenario del crimen trepándose sobre un muro de dos metros para evitar ser filmado, consignó la agencia ANSA.
Sobre el cadáver de Onorato tampoco se encontraron signos de violencia: el arquitecto estaba sin los mocasines puestos y una mancha de sangre sobre su camisa compatible con el gesto extremo.
La mujer, familiares y amigos de Onorato, no obstante, aseguran que es imposible que este arquitecto y empresario de la construcción, dueño de una tienda de decoración, hubiera decidido quitarse la vida. La noche anterior había participado junto a su mujer, de 54 años y con la que tuvo dos hijos ya mayores, de una fiesta en un coqueto club de tenis de Palermo, en la que se lo vio sereno, dicen testigos. A un pariente que vio poco antes de ser hallado muerto, le habría dicho: “Voy a resolver un tema, de buena forma espero”.
Según el Corriere della Sera, la llave para resolver el misterio se encuentra en una carta que Onorato le habría dejado a la familia, que indica que su abogado y contador, el único que al parecer estaba al corriente de que estaba pasando por una situación económica difícil, relacionada con deudas de dinero y sabría quién podría haber querido matarlo. “El abogado sabe todo y conoce la situación, si me pasa algo, hablen con él”, habría escrito.
La hija de Onorato, Carolina, de 21 años, al igual que su madre se manifestó convencida de que se trató de un asesinato. “Mi padre no se suicidó. Era una persona que nunca hubiera dejado a su familia de esta forma y, sobre todo por cómo yo misma junto a mi madre lo hemos encontrado, les digo que no fue un suicidio, sino un homicidio”, denunció en sus redes sociales, en un posteo con fondo negro. “Que nadie se atreva a decir y ni siquiera a pensar que se haya suicidado”, pidió, al agradecer los mensajes de pésame.