El mismo día que fue indagado por los delitos de femicidio, portación ilegal de arma y facilitación de estupefacientes, se conoció una carta que el empresario argentino Francisco Sáenz Valiente, detenido por la muerte de Emmily Rodrigues Santos Gomes, le escribió a los padres de la joven fallecida al caer al vacío desde un sexto piso en Buenos Aires. En la misiva sostuvo que se trató de un accidente y afirmó que hizo “todo lo posible para evitar que salte por la ventana".
Si bien se conoció hoy, la carta, escrita a mano, está fechada el 5 de abril pasado. “Lamento mucho la muerte de su hija”, sostuvo el empresario detenido en el comienzo del manuscrito dirigido a los padres Rodrigues Santos Gomes.
La joven de 26 años falleció la mañana del 30 del mes pasado cuando cayó desde el departamento de Sáenz Valiente, situado en el sexto piso de un edificio de la calle Libertad, en el barrio porteño de Retiro, a un patio interno.
Hoy, tras un pedido del fiscal Santiago Vismara y de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), dependencia conducida por Mariela Labozzetta, el juez en lo criminal y correccional porteño Martín Del Viso ordenó la ampliación de la declaración indagatoria de Sáenz Valiente, de 52 años.
El empresario ya había sido indagado el 1 de este mes por el delito de homicidio. “Vismara y Labozzetta explicaron en el dictamen presentado hoy que en ese momento la investigación se encontraba en una etapa muy incipiente y que más allá de que aún quedan pendientes varias medidas de prueba, se debía ampliar la indagatoria con los elementos que se recolectaron hasta el momento. Se le atribuye al imputado haber ejecutado acciones que provocaron que la joven cayera del sexto piso hacia la planta baja, lo que le generó múltiples lesiones y fracturas que derivaron en su fallecimiento”, según se informó en el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.
Los representantes del Ministerio Público también le imputaron a Sáenz Valiente “haber facilitado estupefacientes y su domicilio (por el sexto piso de Libertad 1542) entre las 2:00 y las 09:18 del 30 de marzo pasado para que, tanto la víctima como otras mujeres (que participaban de la reunión los consumieran drogas) y, además, “se le reprocha la tenencia de un arma de guerra de uso civil condicional, específicamente una escopeta, sin la debida autorización legal”, explicaron fuentes judiciales.
Hoy, ante el juez Del Viso y representantes del Ministerio Público Fiscal, en una audiencia que se hizo de manera virtual, el empresario, defendido por los abogados Rafael Cúneo Libarona y Facundo Orazi, desde su lugar de detención negó haber facilitado cocaína y tusi, droga también conocida como cocaína rosa, a la modelo brasileña y a las otras tres mujeres que esa madrugada estuvieron en su casa.
“No le suministré ni le entregué drogas a nadie”, sostuvo el empresario al ampliar su declaración indagatoria, según reconstruyó la agencia de noticias Télam.
Tras finalizar la audiencia, Cúneo Libarona dijo a La Nación: “Nuestro asistido negó haber suministrado o entregado drogas a las mujeres que estaban en su departamento. Explicó que la droga estaba arriba de la mesa porque él había empezado a consumir antes de que llegaran las visitas. Se trataba de muy poca cantidad, tan poca cantidad que cuando se hizo el allanamiento, no se secuestró nada”.
Orazi agregó: “El empresario negó haber ofrecido estupefacientes a sus visitantes y no descartó que las mujeres hayan llevado droga a su departamento. Las personas que consumieron, lo hicieron por su propia voluntad”.
Rodrigues Santos Gomes llegó al departamento del empresario un rato antes de las 3:00 del 30 de marzo pasado. No estaba sola, estaba con sus amigas, Juliana Magalhaes Mourao, también de nacionalidad brasileña, y Dafne, una joven cubana.
Sáenz Valiente estaba acompañado por su amiga Lía Figueroa Alves, de 36 años, que había llegado a las 2:10. Hubo música, tragos con alcohol y drogas.
Según el expediente, la modelo brasileña murió a las 9:18. Para el empresario fue un accidente. Así lo sostuvo en la citada carta que le escribió a los padres de la joven.
“Lamento mucho el accidente de su hija. Hice todo lo posible para evitar que salte por la ventana. Fue una tragedia y llamé dos veces al 911 para pedir ayuda a la policía”, expresó. También sostuvo que usó toda su fuerza para salvarla.
“Desde la cárcel, les mandó mis enormes condolencias”, finalizó antes de firmar el manuscrito.
La autopsia
La autopsia determinó que la joven murió como consecuencia de “politraumatismos” y “hemorragias internas y externas” y en las consideraciones médico-legales se dejó asentado que una caída desde un sexto piso como en este caso –de menos de 50 metros–, en medicina legal se conoce como “defenestración”.
En las conclusiones de la necropsia, el médico legista Héctor Di Salvo explicó: “La caída de una altura de seis pisos, como en este caso, se deberá considerar una caída de las denominadas ‘defenestraciones’, es decir, una caída libre de menos de 50 metros. Ello ha ocasionado un sinnúmero de lesiones que producen tanto una hemorragia intraabdominal por estallido hepático y una fractura grave de la primera vértebra cervical, las cuales son idóneas para producir la muerte, pese a cualquier tratamiento que se hubiera intentado”.
“En ninguna de las lesiones descriptas puede el firmante afirmar con rigor científico que se pueden destacar lesiones de las denominadas ‘de defensa’ contra la interpósita persona, y dada la magnitud y variante de las lesiones descritas y considerando la velocidad del impacto y la energía cinética que se ha desarrollado para producir la muerte impiden seriamente esa diferenciación”, agregó el forense.
Por Gabriel Di Nicola, LA NACIÓN (GDA)