Agencias EFE y AFP
Moldavia, sede hoy jueves de la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE),se ha convertido en campo de batalla entre la Unión Europea y Rusia, que se disputan el control del país que comparte frontera con Ucrania y tiene estrechos vínculos culturales con Rumanía. “La mejor forma de fortalecer la democracia y la libertad en Moldavia es la entrada en la UE”, dijo Maia Sandu, presidenta moldava, durante un multitudinario mitin en Chisinau, capital de la antigua república soviética.
Moldavia, antaño considerado el país más pobre del continente, está dividida en dos. Una mitad aspira al ingreso en la UE y la otra aboga por conservar los lazos políticos y comerciales con el Kremlin. En el medio se encuentran los emigrantes, en torno a la mitad de la población, que trabaja en Rusia, Ucrania y en varios países del sur de Europa. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ensalzó ayer miércoles en ese país pa los “enormes avances” realizados por Moldavia en las reformas necesarias de cara a una eventual adhesión a la UE.
“Es impresionante ver que, a pesar de toda la presión, Moldavia avanza rápidamente y de forma cualitativa”, indicó Von der Leyen durante una rueda de prensa conjunta en la capital moldava, Chisinau, junto a Sandu, en la víspera de la cumbre. Von der Leyen prometió aumentar “de forma significativa” el tamaño de la delegación de la UE en Chisinau para “ayudar en la puesta en marcha de las reformas”.
Las relaciones entre Moldavia y Rusia han sido tensas desde la caída de la URSS. El Ejército ruso apoyó a Transnistria en su guerra separatista con Moldavia (1990-92). Pero la llegada al poder de Sandu ha disparado de nuevo todas las alarmas. “Las relaciones son extremadamente tensas”, reconoció Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, quien ha pedido “cautela” a Moldavia.
Moldavia llegó a temer que su territorio se convirtiera en el “segundo frente” del Ejército ruso si éste tomaba la costa ucraniana en el mar Negro (Odesa), con la excusa de proteger a los transnistrios.
Al respecto, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que Occidente busca convertir Moldavia en la “siguiente Ucrania” y acusó a Sandu de estar “ansiosa” por ingresar en la OTAN.