EFE/AFP
Los moldavos rechazaron mayoritariamente ayer domingo el ingreso en la Unión Europea (UE), en un referéndum constitucional boicoteado por los candidatos prorrusos. En cuanto a la elección presidencial de esta antigua república soviética, que se realizó conjuntamente con el referéndum, los candidatos irán a segunda vuelta.

Según la Comisión Electoral Central (CEC), un 45,35 % de los moldavos votaron sí, pero un 54,65 % se mostró en contra de la integración europea, tras el escrutinio de poco más del 85 % de los votos emitidos.

De poco sirvió que el Gobierno moldavo, que inició negociaciones de adhesión en diciembre de 2023, recibiera en vísperas de la votación un gran espaldarazo de Bruselas con un paquete de asistencia de 1.800 millones de euros para los próximos tres años.

El electorado prorruso, incluido el de la autonomía de Gagauzia -más del 95 % en contra-, se hizo oír mucho más que los votantes de la capital Chisinau y de la diáspora, más proclives a la entrada en el bloque europeo.

Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, confiaba en ingresar en 2030 en la UE, adonde exporta ya el 65 % de sus productos y de donde recibe más del 80 % de las inversiones directas.

Muchos de los votantes rusoparlantes criticaron al Gobierno por no explicar las implicaciones jurídicas de la introducción en el preámbulo de la Constitución la aspiración de los moldavos a ingresar en la UE. A las autoridades pareció perjudicarles el hecho de hacer coincidir la consulta popular con las elecciones presidenciales después de cuatro años de caída del nivel de vida debido al covid, el conflicto en la vecina Ucrania y la guerra energética con Rusia.

Precisamente, el Kremlin se oponía al referéndum y, según la Fiscalía moldava, el prófugo oligarca Ilon Shor intentó desde Moscú comprar los votos de 130.000 personas con la transferencia de 15 millones de dólares desde bancos rusos.

El No a la UE es un duro varapalo para la presidenta moldava, la liberal Maia Sandu, quien tampoco pudo ser reelegida en las elecciones de ayer, por lo que tendrá que disputar en noviembre una segunda vuelta.

A falta de que termine el escrutinio, Sandu, se enfrentará muy probablemente al candidato del Kremlin, el exfiscal general Alexandr Stoianoglo, quien boicoteó el referéndum europeísta.

La presidenta proeuropea saliente Maia Sandu encabezaba ayer la primera vuelta de las elecciones en Moldavia, según resultados parciales publicados por la comisión electoral, tras una campaña afectada por temores de injerencia rusa.

Tras el recuento de más de 40% de los votos, esta economista de 52 años lograba el 35% y enfrentará en balotaje el 3 de noviembre a Alexandr Stoianoglo, exprocurador de 57 años apoyado por los socialistas prorrusos, que se alzó con un 30%, más de lo previsto.

En 2020, Sandu se convirtió en la primera mujer en ponerse al frente de su país, situado entre la alianza atlántica OTAN y la zona de influencia rusa.

“Este voto va a determinar nuestro destino para muchas décadas”, declaró ayer la presidenta saliente, convertida en una figura europea de primer plano. “Es la voluntad del pueblo moldavo” la que tiene que expresarse, y “no la de otras personas, no el dinero sucio”, insistió la candidata, que tiene reputación de incorruptible.

Según sondeos prelectorales, Sandu era favorita para las presidenciales, pero no con mayoría absoluta. En algunas encuestas, aparecía segunda y en otras pocas, como tercera en intención de voto.

En ese momento, aunque los sondeos daban ganador al Sí en el referéndum, Usatii considero que, sea como sea, en un futuro habrá que convocar otra consulta para acceder al bloque europeo como miembro de pleno derecho.

El político moldavo Renato Usatii, que participó en las elecciones presidenciales, denunció hace pocos días que altos cargos rusos le pidieron que abandonara la carrera presidencial en favor del candidato del Kremlin, Alexandr Stoianoglu.

“La pasada semana contactaron conmigo altos cargos, incluido de Moscú, y también otros grupos desconocidos. Y me dijeron que tenía que retirar mi candidatura y apoyar a Stoianoglu”, dijo tras un mitin de cierre de campaña frente a la sede del Parlamento en Chisinau. Recordó que en Rusia le incoaron un caso penal después de que en la segunda vuelta electoral en 2020 él apoyara la candidatura de la liberal Maia Sandu, actual presidenta. “Y ahora van y me dicen que -si cumplo con el trato- cerramos este caso y no te abriremos otro”, señaló.

Usatii considera que “el hecho de que me llamaran al más alto nivel dice que ellos (los rusos) apoyan a Stoianoglo y también que tienen miedo de que yo llegue al poder”, dijo. Recordó que él está tanto en contra del ingreso en la OTAN como de la entrada del Ejército ruso en Moldavia, donde ya tiene desplegadas tropas en la región separatista de Transnistria.

“Lo que temen es que haya un político que no puedan controlar. Están acostumbrados a controlarlo todo”, señaló. También denunció un vídeo en el que “unos bandidos con uniforme (del grupo Wagner)” le amenazaron de muerte por, supuestamente, traicionar a Rusia.