Nuevo gobierno en Brasil
Propuso leyes más eficaces y que desalienten la corrupción en el Estado.
El nuevo ministro de Justicia de Brasil, Sérgio Moro, prometió ayer miércoles ampliar su cruzada anticorrupción, iniciada como juez de la Operación Lava Jato, que llevó a la cárcel a decenas de políticos, entre ellos al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, además de empresarios de primer nivel.
El combate a la corrupción, al crimen organizado y a los crímenes violentos son las tres prioridades de su agenda, dijo el exjuez de Curitiba al asumir el cargo. "No se combate la corrupción solamente con investigaciones y condenas eficaces", afirmó, al explicar por qué aceptó ser parte del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
"Se necesitan políticas más generales contra la corrupción, como leyes que hagan más eficaz el sistema judicial y leyes que disminuyan los incentivos y oportunidades de la corrupción. Un juez en Curitiba poco puede hacer respecto a esas políticas generales, pero en el Gobierno Federal la historia puede ser diferente", declaró.
Moro estuvo al frente de los casos más sonados de la operación Lava Jato, que a partir de 2014 puso al descubierto una gigantesca red de sobornos pagados por grandes constructoras a políticos de prácticamente todos los partidos para obtener contratos en la petrolera estatal Petrobras.
El ahora exmagistrado, de 46 años, tuvo en sus manos a Lula, que purga desde abril una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero. En su discurso, Moro dijo que abogaría por mantener la regla del encarcelamiento de un condenado después de una sentencia de segunda instancia. El asunto debe ser debatido en abril por la Corte Suprema y, en caso de reversión de la norma, Lula podría ser liberado.
Moro dijo además que pretende intensificar el combate contra el crimen organizado.
El nuevo ministro enfatizó que Brasil buscará acabar con las mafias del crimen que existen en el país, tal y como lo hicieron las autoridades de Estados Unidos en los años 70 o las italiana "con inteligencia" y con la actuación "coordinada" de los entes públicos.
"Los grupos criminales, que muchas veces dominan nuestras prisiones, son cada vez más poderosos. Es necesario enfrentarlos con leyes más eficaces, con los servicios de inteligencia y con operaciones coordinadas entre las diversas agencias policiales, federales y de los estados", indicó.
Otro blanco de su gestión será el crimen violento, que "atemoriza a la población brasileña". Brasil es uno de los países más violentos del mundo, con un récord de 63.880 homicidios en 2017, una tasa de 30,8 por cada 100.000 habitantes.
Moro se comprometió a reforzar la cooperación internacional, afirmando, sin mencionar explícitamente el caso Battisti, que "Brasil no será un puerto seguro para los criminales y jamás volverá a negar cooperación a quien la solicite por motivos políticos partidarios".
El exactivista italiano Césare Battisti, que residía en Brasil desde 2004, está prófugo desde mediados de diciembre, cuando la justicia ordenó su captura para extraditarlo a su país, donde fue condenado por cuatro homicidios en los años 70.
"Sea por corrupción, violencia o narcotráfico, todos (estos casos) perjudican los climas de negocios (de Brasil) y afectan la credibilidad de las instituciones", aseguró el ministro en la ceremonia de transmisión del cargo de dos carteras —Justicia y Seguridad Pública— que fueron fusionadas.
"La misión prioritaria dada por el señor Jair Bolsonaro fue clara: el fin de la impunidad de la gran corrupción, el combate al crimen organizado y la reducción de los crímenes violentos, todo ello con respecto al Estado de derecho y para servir y proteger al ciudadano", dijo.
Moro en cinco frases
Leyes más eficaces contra la corrupción: "Se necesitan políticas más generales contra la corrupción, como leyes que hagan más eficaz el sistema judicial (...). Un juez en Curitiba poco puede hacer (...), pero en el Gobierno Federal la historia puede ser diferente".
Con investigaciones y condenas no basta: "No se combate la corrupción solamente con investigaciones y condenas eficaces", afirmó Moro ayer miércoles, al explicar por qué aceptó ser parte del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Coordinación policial contra criminales: "Los grupos criminales, que muchas veces dominan nuestras prisiones, son cada vez más poderosos. Es necesario enfrentarlos con leyes más eficaces, y con operaciones coordinadas entre las diversas agencias policiales".
La credibilidad de las instituciones: "Sea por corrupción, violencia o narcotráfico, todos ellos perjudican los climas de negocios (de Brasil) y afectan la credibilidad de las instituciones. (...) Brasil no será un puerto seguro para los criminales".
Respecto al estado de derecho: "La misión prioritaria dada por Bolsonaro fue clara: el fin de la impunidad de la gran corrupción, el combate al crimen organizado y la reducción de los crímenes violentos, todo ello con respecto al Estado de derecho".