EL AVANCE DE LA EPIDEMIA
La Organización Mundial de la Salud advirtió que es imposible predecir la dirección que tomará el coronavirus, que sigue sumando muertos.
Francia ha registrado la primera muerte como consecuencia del coronavirus fuera de Asia. Se trata de un turista chino de 80 años que llevaba varias semanas hospitalizado en París y cuya salud se había “degradado rápidamente”. El paciente estaba en estado crítico desde hace varios días y finalmente falleció la noche del viernes, ha anunciado ayer sábado la ministra de Salud, Agnès Buzy.
Es la primera muerte “fuera de Asia, la primera en Europa”, ha confirmado la ministra, según la cual cuatro pacientes ingresados en las pasadas semanas en Francia han sido dados ya de alta y seis más siguen hospitalizados, aunque su estado “no inquieta hoy por hoy”. Entre estos últimos se encuentran los cinco británicos contaminados en los Alpes con los que estuvo en contacto otro ciudadano británico residente en Mallorca que también resultó infectado.
El fallecido, un hombre de 80 años originario de la provincia de Hubei, había llegado a Francia el 16 de enero y, tras presentar los primeros síntomas, “fue hospitalizado con medidas estrictas de aislamiento el 25 de enero” en el hospital Bichat de París, explicó Buzyn. Su estado se había agravado tanto en los últimos días que se encontraba en reanimación. Su hija, que también se había infectado con Covid-19, se está recuperando y “debería poder salir próximamente”, agregó.
Fuera de China se han detectado cerca de 450 casos en dos docenas de países y territorios. Cuatro de esas infecciones han resultado en muerte: una en Japón, otra en Hong Kong, una en Filipinas y ahora una cuarta en Francia.
Advertencia.
En China, el número de víctimas mortales por la epidemia de Covid-19 alcanza ya las 1.523 personas -el 99,9% de los decesos registrados en el mundo por el nuevo coronavirus- después de que la Comisión Nacional de Salud de China informara ayer sábado de 143 nuevos fallecimientos, de los que 139 han ocurrido en la provincia de Hubei, el origen de la enfermedad. En total, desde el comienzo de la crisis se han contagiado 66.492 personas en China, de las que 11.053 se encuentran graves.
La ministra de Salud francesa subrayó la importancia de estar preparados para una posible expansión de la enfermedad y anunció que el próximo martes se reunirá con representantes de hospitales y de sistemas médicos de todo el país para analizar la situación y adoptar las medidas que se consideren necesarias.
“Tenemos que preparar nuestro sistema de salud para afrontar una eventual difusión pandémica del virus y una circulación del virus sobre el territorio nacional”, dijo.
Imposible predecir dirección del virus, dice la OMS
Mientras se registró la primera muerte en Europa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que es “imposible” predecir la dirección que tomará el coronavirus de China y manifestó la “preocupación” por el “creciente número de casos” en ese país, según su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En una rueda de prensa en la conferencia de seguridad de Múnich (Alemania), Tedros sostuvo que los expertos de la organización trabajan “estrechamente” con los de China y manifestó su preocupación por los “rumores y desinformación” surgidos en relación con la enfermedad.
“En la OMS estamos preocupados por la crisis potencial que este coronavirus podría provocar en países con sistemas sanitarios más débiles” que el de China, indicó.
El director general de la OMS consideró, sin embargo, que la actuación de las autoridades chinas ha dado un tiempo de ventaja al resto del mundo para combatir la enfermedad, aunque añadió: “no sabemos cuánto tiempo”.
“Todos los países tienen que prepararse para la llegada de casos de Covid-19, para tratar a los enfermos con dignidad y compasión y para prevenir la transmisión y proteger a los trabajadores sanitarios”, agregó.
Tedros Adhanom Ghebreyesus manifestó además la preocupación de la OMS por “la falta de urgencia” que se detecta en relación con la financiación de la respuesta a la difusión del coronavirus.
También comentó que la organización recibe con inquietud las noticias procedentes de China respecto al número de trabajadores sanitarios que se han contagiado o que han muerto como consecuencia del coronavirus.
Añadió que no obstante un aspecto positivo es que se ha podido hacer llegar con rapidez equipos de diagnóstico del Covid-19 y suministros de máscaras, guantes, trajes protectores y equipos a los países en los que más se necesitan.
En cuanto a la investigación científica para encontrar el modo de detener la propagación de la enfermedad, destacó que la comunidad internacional ha sido capaz de unirse e “identificar y acelerar” las necesidades más urgentes para contar con diagnósticos, tratamientos y vacunas.
No obstante la situación en China, el director general de la OMS se mostró aliviado por el hecho de que, fuera de ese país, no se ha detectado una “transmisión extensa” del Covid-19.
Evacuación de 14 argentinos
Un grupo de 14 argentinos será evacuado el próximo miércoles de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia del nuevo coronavirus, en un vuelo con destino a Ucrania dispuesto por el gobierno de ese país, donde deberán permanecer en cuarentena durante dos semanas, informó la cancillería de Argentina. Consultada por la AFP, la cancillería precisó que son 14 los ciudadanos que han pedido ser evacuados. Argentinos residentes en Hubei emitieron una carta a su embajada en Pekín solicitando ayuda para su evacuación, y difundieron videos y mensajes a través de las redes sociales exponiendo las dificultades que enfrentan. Entre los argentinos que necesitan ser evacuados se encuentran “tres menores de 18 años y un bebé de 8 meses”, aseguró Karen Gómez, estudiante hospedada en una universidad china, a radio La Red de Buenos Aires.
El mundo de Lena Wang, de doce años, se ha reducido a solo 80 metros cuadrados, las dimensiones del apartamento que comparte con sus padres y su abuela paterna en el este de Pekín. Desde las fiestas del Año Nuevo lunar, hace tres semanas, apenas ha salido de su casa, para acompañar a su madre a hacer algún mandado, y siempre con mascarilla. Al principio, cuando supo que las escuelas alargaban sine die las vacaciones por el coronavirus, estaba entusiasmada. Ahora ya ese pequeño mundo se le viene encima, y no tiene visos de que se vaya a hacer más grande pronto.
Los Wang, como muchas otras familias en China, han tenido que hacer ajustes a su convivencia diaria desde que comenzaron las medidas extraordinarias en todo el país contra la epidemia de Covid-19. Los padres, como la mayoría de los empleados de oficina estos días en China, trabajan hasta nuevo aviso desde casa, una experiencia que, admiten, se les hace “extraña”. Y Lena, acostumbrada a rellenar su horario extraescolar con clases adicionales y muchos, muchos deberes, se ve con más tiempo libre del normal, pero pocas opciones para jugar.
Para entretenerse, lee en versión cómic Viaje al Oeste, un clásico muy popular como lectura juvenil, y practica el weiqi, un juego de estrategia, con su padre, Tony Wang, economista de 40 años. Se comunica con sus amigas de la escuela a través de WeChat.
A partir de mañana lunes, el día en que los estudiantes debían haber vuelto a las aulas, su escuela comenzará a ofrecer las clases online que ha previsto el Ministerio de Educación.
En un país obsesionado por la educación como herramienta de progreso, el regreso a las clases físicas para los 280 millones de alumnos de todos los niveles educativos permanece aún distante. Quizá, si todo va bien, en algún momento en marzo, aunque, dado que el pico de la epidemia está aún por llegar, esa posibilidad aparece más y más distante. (Con información de El País de Madrid)