"Néstor Kirchner, la película", lo eleva a la altura de Perón

1/2:  20121124 316x167 ()

2/2:  20121124 600x362 ()

"Siempre fue la locomotora que arrastraba a todos". Así definió días atrás una llorosa presidenta Cristina Fernández a su fallecido marido y antecesor Néstor Kirchner, al cual el oficialismo intenta catapultarlo como el nuevo Perón.

Calles, hospitales y hasta un torneo de fútbol han sido bautizados Kirchner; varias estatuas lo evocan y campañas para mejorar las escuelas recuerdan su legado; los jóvenes militantes llevan camisetas con la leyenda "Néstor vive".

Es innegable que los sectores oficialistas intentan hacer de Kirchner, presidente entre 2003 y 2007, "una figura trascendente como Perón", sostuvo el analista Roberto Bacman.

Los sectores que consideran a Kirchner un transgresor y el salvador de la Argentina por haberla sacado de la peor crisis de su historia, tienen ahora una nueva herramienta en su campaña por convertir a su líder en un mito, el documental "Néstor Kirchner, la película", que se estrenó el jueves.

La directora, Paula de Luque, se confiesa admiradora de Kirchner y admite que no quiso hacer una cinta objetiva. "No soy neutral", declaró. "No soy una periodista o historiadora neutral. Es una película polémica; pero está bien, es el ejercicio de la democracia", siguió.

Una primera versión fue filmada por Adrián Caetano, que fue desvinculado del proyecto por los productores.

La cinta que se exhibe en 120 salas -distribución inusual para un documental- es iniciativa de los productores Jorge Devoto y Fernando Navarro, este último un legislador kirchnerista de la provincia de Buenos Aires, quienes dijeron que la idea surgió de las masivas manifestaciones de dolor tras la muerte de Kirchner.

A poco del fallecimiento, los productores lanzaron en Internet una convocatoria donde se invitaba a la gente a aportar imágenes de todo tipo que tuviesen relación con el expresidente. El film combina material de archivo y fotografías, fragmentos fílmicos y testimonios sobre Kirchner aportados por miles de personas.

Rescata algunos de los actos más simbólicos de su mandato: cuando pagó la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional para intentar librarse de su tutelaje; cuando plantó cara al presidente George W. Bush en la Cumbre de las Américas en 2005 o cuando hizo descolgar el cuadro del exdictador Jorge Rafael Videla en el Colegio Militar.

No hay críticas a Kirchner y no se mencionan, por ejemplo, las acusaciones que le hicieron antiguos aliados de Santa Cruz de haberse enriquecido con el manejo de fondos por 535 millones de dólares que cobró esa provincia por regalías petroleras cuando él era gobernador.

Tampoco señala nada de la vida de los Kirchner durante algunos años de la dictadura, tiempos en los cosecharon su fortuna, ni de sus vínculos con el menemismo, hoy enemigo público del gobierno.