AFP, Agencia EFE
El grupo terrorista palestino Hamás afirmó que se está lejos de un acuerdo de alto al fuego en la Franja de Gaza y se negó a negociar, según manifestó, ante lo cual el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a los negociadores del conflicto a ejercer presión sobre dicho grupo y no sobre Israel. Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a Israel para intentar destrabar las negociaciones.
Netanyahu declaró ayer domingo que está “negociando, no cediendo” ante Hamás. “Estamos negociando, no cediendo. Hay cosas sobre las que podemos ser flexibles y hay cosas sobre las que no, e insistimos en ellas. Sabemos muy bien diferenciar entre ambas”, dijo Netanyahu, según un comunicado de su oficina.
“Estamos negociando la liberación de nuestros rehenes. Ésta es ante todo una tarea moral y nacional. Estamos llevando a cabo negociaciones muy complejas cuando del otro lado está una organización terrorista asesina, desinhibida y recalcitrante”, añadió, al comienzo de una reunión con su Gabinete. Israel envió el jueves pasado un equipo negociador a Doha, que tras reunirse con los negociadores mostró un “optimismo cauteloso”. De su lado, Hamás no acudió a la cita catarí y demandó, en cambio, que se implemente directamente lo ya acordado según la primera propuesta estadounidense de finales de mayo.
“Hamás, hasta el momento, se ha mantenido en su negativa. Ni siquiera envió un representante a las conversaciones de Doha. Por tanto, la presión debería dirigirse a Hamás y (a su líder Yahya) Sinwar, y no al Gobierno israelí”, estimó Netanyahu.
Israel insiste en que los puntos que llevó a la mesa en Doha “se basan en el esquema del 27 de mayo” que propuso el presidente estadounidense, Joe Biden, pero Hamás continúa reivindicando que lo tratado en Doha no cumple con la propuesta original y que da pie a nuevas demandas israelíes con complicidad estadounidense.
Hamás, que controla la Franja de Gaza, dijo además ayer que Netanyahu “sigue poniendo obstáculos para llegar a un acuerdo” de cese el fuego, al rechazar los últimos avances de las negociaciones. De esta forma, ambas partes se acusaron mutuamente de ser responsables del fracaso de los mediadores en lograr un acuerdo de cese el fuego en Gaza. La comunidad internacional apoya ampliamente la firma de un cese el fuego tras más de 10 meses de guerra.
Blinken
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó ayer domingo a Israel y se reunirá hoy con Netanyahu, antes de que se reanuden las negociaciones indirectas para un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás, previstas la próxima semana en El Cairo. Se trata del noveno viaje de Blinken a Oriente Medio desde el inicio de la guerra hace de más de diez meses en el pequeño enclave palestino, desencadenada tras un letal ataque del grupo palestino terrorista Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre.
Blinken habló ayer por teléfono con el ministro de Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, para abordar la prevención de una “escalada regional” y finalizar un “acuerdo de alto el fuego” entre Israel y Hamás.
Blinken agradeció al príncipe Faisal el trabajo de Arabia Saudita para “facilitar el flujo de ayuda humanitaria a Gaza”.
En la conversación se abordó también las preocupaciones generadas en EE.UU. por las acciones de los hutíes, incluido su reciente asalto a la oficina en Saná (Yemen) del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, dijo el Departamento de Estado de EE.UU. en un comunicado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró el viernes que el acuerdo estaba “cerca”. Pero para el grupo Hamás, que rechazó participar en las conversaciones, la afirmación de Biden es una “ilusión”.
“No estamos ante un acuerdo o negociaciones reales, sino ante la imposición de los dictados estadounidenses”, afirmó Sami Abu Zohri, miembro de la oficina política de Hamás.
Estados Unidos presentó una nueva propuesta de acuerdo el pasado viernes, pero el grupo terrorista rechaza cualquier propuesta revisada y reclama la aplicación del plan anunciado por Biden a finales de mayo. Ese plan prevé una primera fase de seis semanas de tregua con una retirada israelí de las zonas densamente pobladas de Gaza y un canje de los rehenes por presos palestinos detenidos en Israel. En la segunda fase, la propuesta incluye una retirada total de las tropas israelíes de Gaza. Con una tregua en Gaza los mediadores buscan también rebajar la tensión en toda la región.
En el terreno
La tropas terrestres del Ejército de Israel incursionaron por primera vez ayer en Deir al Balah, una ciudad del centro de la Franja de Gaza de donde fueron evacuados los residentes el viernes pasado.
“El equipo de combate de la Séptima Brigada amplió la actividad a las afueras de Deir al Balah”, indicó el Ejército israelí en un comunicado.
Deir al Balah no había sido objeto de una ofensiva terrestre a gran escala como las que han sufrido el resto de grandes ciudades en el enclave palestino, y es además un importante punto de acogida de desplazados.
Según la Municipalidad de Deir al Balah, el número de desplazados en la ciudad “ha alcanzado cifras sin precedentes, llegando a casi un millón de desplazados distribuidos en cerca de 200 albergues”.
Por otro lado, las tropas terrestres israelíes “ampliaron su actividad” y los combates llegaron hasta al barrio de Hamad, en Jan Yunis, una importante región del sur de la Franja que históricamente ha sido bastión de milicias, y donde el Ejército asegura haber eliminado a “decenas de terroristas” en las últimas horas.
Propuesta
La más reciente propuesta de EE.UU. para un acuerdo de tregua, abordada en Doha, propone mantener una “presencia reducida” del Ejército israelí en el conocido como “Corredor Filadelfia”, que recorre la frontera de Gaza con Egipto, e Israel no tendría que retirarse de forma completa del enclave, puntos que el grupo Hamás rechaza.
Colombia frena exportación a Israel
El Gobierno colombiano aprobó el decreto por el cual se prohíbe la exportación de carbón a Israel, como una medida más de este país con oposición a la guerra en la Franja de Gaza. “Con el carbón colombiano hacen bombas contra los palestinos, apuntó ayer el presidente colombiano, Gustavo Petro, en su cuenta de X al hacerse eco del decreto.
De esta forma, “se prohíben las exportaciones al Estado de Israel de las Hullas térmicas (Carbón)”, según el decreto, que fue firmado por varios ministros, incluido el canciller, Luis Gilberto Murillo, el pasado 14 de agosto y entrará en vigor la próxima semana, a pesar de que la prohibición ya fue anunciada por Petro en junio.
Los combustibles y productos de industrias extractivas, donde se incluye el carbón, es la principal exportación de Colombia, y entre enero y junio le han supuesto al país 11.689 millones de dólares, siendo Estados Unidos el principal destino. El carbón es el principal producto de exportación de Colombia a Israel, pero solo representó el 5,05 % del total del carbón exportado por Colombia en 2023, según el decreto.
Petro se ha mostrado como un ferviente defensor de la causa palestina y ha sido muy crítico con Israel, que es un tradicional proveedor de armas, equipos militares, aparatos de medicina, maquinaria, sistemas de seguridad y productos químicos para Colombia.
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