EFE, AFP
El primer ministro israelí tensa cada vez más su relación con Washington, mientras el acuerdo de tregua entre el Estado judío y el grupo terrorista Hamás choca siempre en el mismo punto: cuándo será el fin de la guerra. Benjamín Netanyahu aseguró que está preparado para un “acuerdo parcial” pero “no para detener la guerra”, contrario al acuerdo presentado a finales del mes pasado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Sin embargo, pese a esas declaraciones concedidas el domingo por la noche al programa “Los patriotas”, de la cadena Channel 14 -en su primera entrevista en un medio hebreo desde el 7 de octubre-, Netanyahu afirmó ayer lunes ante el Parlamento que está “comprometido con la propuesta israelí” que fue aprobada por el presidente de Biden para un cese el fuego.
“Nuestra postura no ha cambiado”, aseguró en referencia a la pausa pero también a la continuación de la guerra para aniquilar a Hamás. En la entrevista, Netanyahu había dicho, al ser preguntado por la posguerra en Gaza, que está “claro” que Israel mantendrá “el control militar en un futuro próximo”. “Estamos obligados a continuar luchando tras una pausa para lograr nuestra meta de destruir a Hamás”, defendió.
Poco después de la emisión de la entrevista, la Oficina del Primer Ministro envió un comunicado clarificando que “es Hamás quien se opone al acuerdo, no Israel”, ante las críticas surgidas hacia Netanyahu por sus declaraciones, en las que se reprochó al líder israelí su intención de sostener el conflicto en lugar de ceder para concretar la tregua.
“El primer ministro ha dejado claro que no abandonaremos Gaza hasta el retorno de los 120 rehenes, vivos y muertos”, zanjó el comunicado.
En respuesta, el grupo terrorista palestino Hamás publicó un texto insistiendo en que cualquier acuerdo debe incluir “una afirmación clara de alto el fuego permanente y una retirada completa de la Franja de Gaza” como “necesidad inevitable para bloquear los intentos de Netanyahu de evadir, engañar y perpetuar la agresión”.
La organización aseguró que las declaraciones de Netanyahu “son una clara confirmación de su rechazo a la reciente resolución del Consejo de Seguridad y las propuestas del presidente Biden”. La resolución, aprobada el 10 de junio, apoyó la propuesta de tregua de Biden sobre la que Israel y Hamás negocian estas últimas semanas bajo la mediación de EE.UU., Egipto y Catar. Sin embargo, Hamás e Israel siempre chocan en la misma línea roja: el alto el fuego definitivo, indispensable para Hamás e inaceptable para Netanyahu, cuyos objetivos de guerra pasan primero por la destrucción de sus capacidades militares.
Protestas
Los familiares de los rehenes reaccionaron ayer a las declaraciones de Netanyahu criticando que “terminar la lucha en Gaza sin liberar a los rehenes sería un fracaso nacional y un distanciamiento de los objetivos de guerra”.
Además, el movimiento antigubernamental israelí de las Banderas Negras convocó una marcha en Jerusalén el jueves a las 19:00 (hora local) contra el primer ministro, al que culpan de financiar a Hamás, provocar el 7 de octubre y no sacar de Gaza a los rehenes.
Este mismo colectivo bloqueó ayer una ruta de entrada a Tel Aviv, justificando que “los rehenes están abandonados en Gaza, el norte en llamas y otra guerra a punto de comenzar”.
Otro colectivo, Changing Direction, protestó ayer ante la sede del Hitadrut, la Generación Federal del Trabajo de Israel, para pedir la convocatoria de elecciones anticipadas y una huelga general en el país.
De los 251 secuestrados el 7 de octubre, quedan en el enclave 116 cautivos, al menos 40 de ellos muertos según Israel -más de 70 según Hamás-; mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, dos de ellos muertos. Desde que comenzó la guerra, Israel y Hamás solo lograron un acuerdo de tregua de una semana a finales de noviembre, que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.
Plan posguerra
En tanto, EE.UU. instó al primer ministro israelí a definir un plan posconflicto para la Franja después de haber prometido un pronto apaciguamiento en la ofensiva sobre el enclave palestino.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, confirmó que las autoridades israelíes les han trasladado el mensaje de que “se está acercando el fin de las intensas operaciones de combate” en Rafah, la parte más meridional de la Franja.
“Desde nuestra perspectiva, lo importante es trabajar en el plan para el día después del conflicto porque no queremos ver en Rafah lo que vimos en otras áreas donde Hamás recuperó el control tras el fin de las operaciones”, explicó Miller.
El portavoz de la diplomacia estadounidense apuntó que para que haya una “derrota duradera” del grupo terrorista se requiere de un plan de gobernanza de Gaza liderado por los palestinos, una estrategia de seguridad realista y un proyecto de reconstrucción de la Franja. “Para ello seguimos trabajando con nuestros socios árabes en la región y continuamos presionando al gobierno de Israel para que lo considere”, agregó.
Desde hace días, fuentes militares citadas por la prensa israelí auguran al menos de tres a cuatro semanas para terminar con los dos batallones de Hamás que, se estima, quedan intactos en Rafah. Se desconoce qué pasará después en esa fase de la guerra.
Negociaciones
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, se reunió con el jefe de la agencia federal CIA, Bill Burns, hombre clave de EE.UU. en las negociaciones para liberar a los rehenes de Hamás, y luego entabló conversaciones con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. “Continuaremos haciendo todos los esfuerzos posibles para traerlos a casa”, afirmó.
Brigada de Hamás fuera de combate
El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, asegura que Israel se está acercando al momento en el que podrá anunciar el desmantelamiento de la Brigada de Hamás en Rafah como “unidad de combate”, tras más de un mes y medio de intensos ataques aéreos y presencia terrestre en este área meridional.
“Claramente nos acercamos al punto en el que podemos decir que hemos desmantelado la Brigada de Rafah, que no está derrotada en el sentido de que no quedan más terroristas, sino en el sentido de que ya no puede funcionar como una unidad de combate”, dijo Halevi el domingo por la noche tras una visita de evaluación a Rafah. Su mensaje concuerda con el lanzado por Benjamín Netanyahu, que dijo que la fase militar de “alta intensidad” está a punto de terminarse. “La etapa de alta intensidad de la guerra va a terminar”, dijo el mandatario en una rara entrevista a medios locales para el programa Los Patriotas. “Esto sucederá muy pronto”, añadió.
Además, Halevi se mostró satisfecho con el trabajo de las últimas semanas, que dijo se refleja en el número de milicianos eliminados, así como en la infraestructura y en las bocas de túneles de Hamás destruidos. Según estimaciones castrenses, se han destruido al menos 25 túneles en el corredor de Filadelfia, más de 200 bocas de túneles en barrios de Rafah y a unos 550 milicianos.
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