Una lata de leche para recién nacidos cuesta el equivalente a 21 dólares, casi cuatro salarios mínimos.
","
Mayerlin Díaz, madre de siete hijos, uno de ellos con síndrome de Down, pedía limosna y rebuscaba sobras entre la basura. De esa vida la sacó Kapüy.
"Mis hijos comen tres veces al día gracias a ellos, tengo mi trabajo aquí", afirma Díaz, quien recibe un bono mensual del gobierno que -dice- no le alcanza "ni para un kilo de arroz".
Kapüy también dona en hospitales fórmulas lácteas, pañales y ropa que suministran migrantes venezolanos gracias a su cuenta de Instagram @fundacionkapuy.
"Los quisiera ayudar a todos, pero no se puede. Necesitamos la ayuda humanitaria a como sea, los niños se están muriendo", dice llorosa Daniela, hija de médicos que emigraron por la crisis, como lo hicieron 2,3 millones de venezolanos desde 2015, según la ONU.