Este martes continuó el juicio contra los ocho jóvenes acusados de golpear salvajemente y asesinar a Fernando Báez Sosa en enero del 2020 en Villa Gessel, Argentina.

En las declaraciones de la tarde quedó expuesto que la marca que presentó el cuerpo de Báez Sosa en su maxilar corresponde al calzado que llevaba Máximo Thomsen.

“La correspondencia se daba con la zapatilla marca Cyclone”, dijo María Eugenia Cariac, perito de Policía Científica, con relación a la zapatilla que en la investigación se determinó pertenecía a Thomsen.

Tras ello, agregó que “las improntas podrían haber sido causadas por la ‘parte anterior o talón’ de zapatilla, pero sugerían una prueba más profunda, una scopométrica para corroborar si había correspondencia de diseño”.

Cariac detalló que las improntas estaban en el maxilar inferior y otra en el cuello (menos nítida), y que no se pudo determinar si fueron hechas con la misma zapatilla. La del cuello fue poco nítida para un cotejo, por lo que se cotejó la del maxilar, que tenía “al menos seis centímetros de largo y dos de ancho”, indicó. Tras ello, la licenciada en Criminalística terminó su participación y comenzó un cuarto intermedio.

En la jornada de hoy se continuó con la declaración de Haydeé Almirón, miembro de la Policía Federal Argentina (PFA) que participó del peritaje scopométrico. En línea con Cariac, sostuvo que la marca analizada en el rostro de Fernando medía seis centímetros de largo y dos de ancho y confirmó que corresponde a la zapatilla Cyclone de Thomsen.

“La plantilla que pertenece al ciudadano Thompsen se corresponde a la huella en el maxilar inferior izquierdo”, afirmó la testigo. “No hay posibilidad de error”, respondió ante una pregunta del abogado Hugo Tomei, que representa a los acusados.