Redacción El País
Por segundo día consecutivo, miles de ciudadanos hicieron fila ayer para despedir al expresidente chileno Sebastián Piñera, fallecido en un accidente de helicóptero, mientras el Gobierno y la familia ultimaban los detalles para el funeral de Estado que se celebrará hoy viernes en la Catedral de Santiago.

Chile sigue consternado por el repentino fallecimiento el martes, a los 74 años, de quien fue el primer presidente de derecha tras la dictadura militar de Augusto Pinochet y quien gobernó el país durante dos periodos no consecutivos (2010-2014 y 2018-2022).

Paula Schmidt, periodista y licenciada en Historia, describe al expresidente con una cita de Thomas Jefferson: “más que bien dicho, era bien hecho”, dice.

En diálogo con El País, Schmidt, quien en su rol de reportera y analista política siguió de cerca los pasos de Piñera en sus dos mandatos, señala que el exmandatario era “muy cerebral, muy ejecutivo”.

“Confiaba y delegaba mucho en sus equipos de trabajo. Se rodeó siempre de gente joven y era muy autoexigente”, afirma. La periodista destaca un rasgo de la personalidad de Piñera que conocía la gente que trabajaba más cerca de él: “No tenía temor a reírse de sí mismo, incluso en los periodos más críticos en su gestión”.

Sobre el estallido social de 2019, Schmidt recuerda: “La gente que vivió el golpe militar decía que las calles no estaban tan violentas ni tan encendidas como se vieron durante ese periodo, y sin embargo, el Gobierno logró mantener la institucionalidad. Si caía el Gobierno, caía la institucionalidad”. En ese sentido, afirma que Piñera “se mantuvo al pie del cañón”.

“Independiente de todas las fallas que puede haber tenido como ser humano, se fijaba un objetivo y siempre, creo yo, con proyección a largo plazo”, dice Schmidt. En un país donde “la clase política tiende a ser muy cortoplacista, Sebastián Piñera tenía la capacidad de vivir en el presente y proyectar hacia el futuro”, expresa.

Para la reportera, las últimas palabras del expresidente -“salten ustedes primero”- lo retratan tal cual era. “Eso significa tener orden mental, aparte de su nobleza”, concluye.