PREOCUPACIÓN
Rusia dicen que será por tres días por mantenimiento, pero en la Unión Europea se preparar para un corte más largo.
Los países de Europaoccidental están en alerta por la interrupción ayer miércoles, y durante tres días, del suministro de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream que coincide con una escalada de los precios de la energía en el continente.
El gigante ruso Gazprom había avisado de la interrupción debido a trabajos de mantenimiento “necesarios” en una estación de compresión en Rusia, desde donde parte el gas en dirección al norte de Alemania y de allí a otros países europeos.
El suministro se interrumpió en las primeras horas de la mañana de ayer miércoles, informó la red europea de transporte de gas Entsog y la sociedad Nord Stream.
Gazprom confirmó por su lado que había suspendido “por completo” sus entregas hacia Europa.
Este mantenimiento programado hasta el sábado debe realizarse “cada 1.000 horas”, asegura la empresa energética, propietaria del gasoducto.
Pero en el contexto de la guerra en Ucrania, la energía se encuentra en el centro del pulso entre Moscú y las capitales occidentales que acusan regularmente a Rusia de usar el gas “como un arma”.
En los últimos meses, Gazprom ya había reducido un 80% los volúmenes suministrados a través de Nord Stream.
Para el responsable de la Agencia Alemana de Redes, Klaus Müller, estos trabajos son “incomprensibles en el plano técnico”. La experiencia demuestra que Rusia “toma una decisión política detrás de cada supuesto ‘mantenimiento’”, afirmó.
Al temor a una escasez de gas en el próximo invierno europeo se suma un nuevo repunte de los precios de la electricidad, que alcanzaron máximos en días recientes y amenazan con aumentar todavía más el recibo de la luz.
La próxima semana hay programada una reunión extraordinaria de los ministros de energía de la UE para discutir una reforma del mercado eléctrico que permita controlar los precios. La duda es si la interrupción durará solo tres días o se alargará.
Preguntado al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que las capitales occidentales “impusieron sanciones contra Rusia que no permiten efectuar trabajos normales de mantenimiento y reparación”.
Los precedentes no son reconfortantes: en julio Gazprom realizó trabajos de mantenimiento en Nord Strem durante diez días. Y cuando reabrió el grifo, redujo el volumen entregado que actualmente se sitúa a un 20% de la capacidad normal del gasoducto.
En Lubmin, el puerto del mar Báltico donde termina el gasoducto, la incertidumbre es evidente. “En julio se trataba de un mantenimiento regular previsto de hace tiempo. Esta vez no estaba previsto y no sabemos que se esconde detrás de esta operación”, explicó un responsable de Gascade, la empresa que transporte el gas entregado por Nord Stream a través de Alemania.
De todos modos, Alemania dice estar pronta para los nuevos cortes de suministro.
“Alemania está mejor preparada ante las nuevas ‘labores de mantenimiento’ del Nord Stream”, tuiteó Klaus Müller, presidente de la Bundesnetzagentur de Alemania o Agencia Federal de Redes.
Indicó que los depósitos de gas están casi al 85% llenos en Alemania y el país ahorra gas y las terminales de Gas Natural Licuado (GNL) “llegarán”. “Gracias a Bélgica, Holanda, Noruega (y pronto Francia) fluye gas”, escribió.
Los almacenes de gas de la Unión Europea superaron este miércoles un nivel de llenado del 80%, el umbral de referencia que se había marcado el bloque para garantizarse cierto nivel de suministro en otoño y en invierno, en especial si Rusia detiene totalmente sus entregas, según los datos de Gas Infrastructure Europe (GIE).
Pese a todos los recortes y esfuerzos de Europa por independizarse de Rusia, debido al elevado precio del gas y el reforzamiento de los mercados indio y chino, Vladímir Putin y Gazprom presumen de unas cuentas estatales y empresariales más que positivas por las ventas, aún cuando se hacen con descuentos.