AFP
El ejército israelí consideró ayer martes “infundada” la acusación de haber enterrado a centenas de palestinos en un hospital de Gaza y afirmó que había exhumado cuerpos para verificar si había entre ellos rehenes, antes de volver a sepultarlos.
“Las acusaciones de que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) enterraron cuerpos de palestinos son infundadas”, señaló el ejército. “Durante su operación en el hospital Nasser” de Jan Yunis, “para tratar de localizar a rehenes y desaparecidos, se examinó con prudencia cuerpos enterrados por palestinos (...) y solo en los lugares donde los servicios de informaciones señalaban la posible presencia de rehenes”, agregó el ejército, asegurando que durante todo el procedimiento “se preservó la dignidad de los difuntos”.
“Los cuerpos examinados, al no ser de rehenes, volvieron a ser colocados en sus lugares”, añadió.
La Protección Civil de la Franja de Gaza indicó que desde el sábado se habían exhumado 340 cadáveres que habían sido enterrados por las fuerzas israelíes en fosas comunes en el hospital Nasser de Jan Yunis, en el sur del territorio palestino.
Algunos cuerpos tenían las manos atadas por la espalda, agregó.
La ONU exigió una investigación internacional sobre esas denuncias.
“Obviamente, las imágenes de fosas comunes en general son profundamente perturbadoras, pero no tengo forma de confirmar su autenticidad”, reaccionó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby.
Los hospitales de Gaza fueron frecuentemente blancos de operaciones militares israelíes desde el inicio de la guerra, porque eran usados como bases del grupo terrorista Hamás. El conflicto se inició el 7 de octubre, con el ataque de Hamás que mató a unas 1.170 personas en el sur de Israel y secuestraron a unas 250.