AFP, EFE
El Ejército israelí empezó anoche su retirada de Yenín, tras una operación de gran envergadura contra grupos armados palestinos en la que 12 milicianos murieron.
Israel inició el lunes su mayor incursión militar en años en Yenín, en el norte de Cisjordania, territorio que controla desde 1967. La operación se bautizó “Casa y jardín”.
En Yenín, los drones sobrevolaron ayer martes una ciudad con tiendas cerradas y calles desérticas, llenas de escombros, piedras y barricadas.
En la operación, Israel utilizó vehículos blindados, buldócers militares y drones.
El ejército israelí bombardeó un centro de operaciones conjuntas que sirve como punto de comando de la Brigada Yenín, un grupo armado.
“Actuaremos el tiempo que sea necesario para erradicar el terrorismo”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu ayer martes. “No permitiremos que Yenín vuelva a ser un refugio para el terrorismo”, sentenció.
“Estamos completando todos nuestros objetivos en Yenín”, agregó el primer ministro sobre esta operación, por tierra y aire, la de mayor envergadura en Cisjordania desde la Segunda Intifada (2000-2005).
Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallantm afirmó que Yenín “ha dejado de ser un sitio de producción de terrorismo” e indicó que en dos días las tropas “han interceptado líneas de producción de armas, confiscado miles de artefactos explosivos, demolido docenas de sitios de fabricación de armas, escondites y laboratorios para la producción de explosivos”.
“Durante los últimos dos años, Yenín se ha convertido en un sitio de producción para el terrorismo. Como resultado de nuestras actividades los últimos dos días, esto ha llegado a su fin”, dijo el ministro durante la visita al puesto de control militar de Salem, cerca de Yenín, junto con Netanyahu.
Las fuerzas israelíes interrogaron a más de 300 sospechosos, de los cuales 30 fueron aprehendidos, según el Ejército, que suman unos 150 palestinos detenidos desde el lunes.
Según el Ejército, los milicianos “ocultan artefactos explosivos en las calles de zonas civiles del campo”.
EFE constató en el terreno que los milicianos minaron la ciudad de Yenín con barricadas de llantas incendiadas que impedían el paso de los vehículos por las calles, donde todos los comercios cerraron.
Tanto la ciudad de Yenín como su campo de refugiados, bastión de grupos armados palestinos, han sido el escenario reciente de varias redadas israelíes. Y el norte de Cisjordania ha sido escenario de una reciente oleada de ataques contra israelíes y contra palestinos por parte de colonos judíos.
Los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los palestinos provocaron el lunes por la noche el éxodo de “alrededor de 3.000” habitantes del campamento de Yenín, donde viven unos 18.000 palestinos, según el gobernador adjunto de Yenín, Kamal Abu al Rub.
A la escasa resistencia palestina al operativo israelí en Yenín se sumó la falta de respuesta de las milicias de Gaza, que hasta anoche no habían lanzado cohetes en represalia, aunque esa opción no es descartable todavía.
Un palestino cometió ayer martes un ataque en Tel Aviv al atropellar y apuñalar a varias personas, que dejó siete heridos, acción que no ha sido reivindicada por ninguna facción, pero sí celebrada por Hamás y la Yihad Islámica como una “heroica reacción a los crímenes de la ocupación en Yenín”.
Desde la Autoridad Palestina -que gobierna en zonas reducidas de Cisjordania, entre ellas Yenín-, la reacción ha sido tibia más allá del anuncio del presidente Mahmud Abás de suspender la cooperación en seguridad con Israel, algo que no es la primera vez que declara, pero que tiene poco o nulo impacto.
La mayor parte de Cisjordania, incluida Jerusalén este, amaneció ayer con todos los establecimientos cerrados y la vida paralizada por una huelga.
El campo de refugiados de Yenín, uno de los más pobres y densos de Cisjordania, es también un símbolo de la lucha palestina contra Israel, que lo considera como un centro de terrorismo.
Fundado en 1953, el campo de refugiados de Yenín acoge a unos 18.000 habitantes que forman parte de los 760.000 palestinos que huyeron durante la creación del Estado de Israel, en 1948, un acontecimiento que los palestinos llaman “nakba” (catástrofe).
Situado en el norte de Cisjordania, el campo de refugiados tiene una superficie de 0,43 km2, la mitad de la Ciudad Vieja de Montevideo.
Con el tiempo, las carpas fueron sustituidas por casas y el lugar parece ahora un barrio más de la ciudad de Yenín.
Una de las figuras más conocidas de este campamento es Zakaria Zubeidi, exlíder de las Brigadas de los mártires de Al Aqsa, brazo armado del partido Fatah, del presidente palestino Mahmud Abas.
Zubeidi estuvo mucho tiempo en la lista de personas más buscadas por Israel, por ser responsable de numerosos atentados contra civiles israelíes. Su huida de la prisión israelí de Gilboa en 2021, donde estaba detenido desde 2019, dio lugar a una búsqueda de varios días que le valió una fama de héroe entre los palestinos.
En 2022, Raad Hazem, otro habitante del campo, asesinó a tres israelíes durante un tiroteo en un barrio muy concurrido de Tel Aviv y fue abatido tras una complicada búsqueda.
En las paredes del campo y en las entradas de las calles cuelgan fotos de ellos y de otros “mártires” abatidos por soldados israelíes.
En 2002, Israel asedió el campo durante más de un mes, en el marco de una operación militar en Cisjordania. Cincuenta y dos palestinos y 23 soldados israelíes murieron en esos combates.
Israel afirma que, en lo que va de año, por lo menos se han organizado 50 ataques con armas de fuego desde Yenín y sus alrededores. Estos mortíferos ataques contra objetivos israelíes llevaron al ejército a realizar varias incursiones en el campo de refugiados, donde la presencia de la Autoridad Palestina es escasa.
Netanyhau condena atentado en Tel Aviv
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el ataque perpetrado ayer martes por un palestino que atropelló y apuñaló a peatones en Tel Aviv dejando siete heridos.
“Hoy hubo un atroz ataque terrorista en Tel Aviv que fue detenido gracias a la intervención de un civil armado. Sin esta intervención, este ataque terrorista podría haber cobrado muchas vidas”, dijo el mandatario, durante una visita al puesto de control militar de Salem, cerca del campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania.
“Quien piense que tal ataque nos disuadirá de continuar nuestra lucha contra el terrorismo está equivocado. Simplemente no está familiarizado con el espíritu del Estado de Israel, nuestro gobierno, nuestros ciudadanos y nuestros soldados”, dijo Netanyahu.
Siete personas resultaron heridas ayer cuando un palestino que conducía un vehículo en Tel Aviv atropelló intencionalmente a varios peatones y luego apuñaló a otros más.
El agresor fue muerto a tiros por un civil armado.