El País en Francia
La fiesta deportiva de los Juegos Olímpicos (JJOO) que se llevará a cabo en París -del 26 de julio al 11 de agosto- estará resguardada por un gran operativo de seguridad, como es de esperar.

Las autoridades francesas han dicho -a un grupo de periodistas latinoamericanos que viajaron a París, entre ellos El País- que el despliegue será importante, pero que la ciudad no se verá militarizada, ya que las fuerzas de seguridad actuarán con discreción y también recurrirán a agentes privados, muchos de ellos sin armas.

Durante los JJOO se movilizarán por día entre 35.000 y 45.000 policías y gendarmes, y 18.000 tropas militares (promedio), de las cuales 10.000 pertenecen a la fuerza de centinelas antiterroristas. Además, habrá 1.700 personas de primera urgencia o auxilio. Y se sumarán unos 24.000 agentes de seguridad privada por día, que trabajarán dentro y alrededor de los sitios de competición.

Esto significa que, en total, se desplegarán cerca de 90.000 encargados de seguridad en los “días pico” -esto es, los de mayor afluencia de personas-, entre fuerzas del Estado y privados (abrieron licitaciones a empresas privadas).

Desde hace meses las autoridades están realizando actividades de reclutamiento y entrenamiento para el gran evento, en relación con tareas como procedimientos para asegurar los sitios, resguardo específico de las tribunas, verificación de credenciales y demás.

Durante los JJOO se establecerá un perímetro de seguridad alrededor de las sedes olímpicas y se requerirá autorización especial para acceder a esas zonas; los permisos, previamente tramitados, se activarán con códigos QR en los celulares de los visitantes.

Desde hace semanas existe una fuerte campaña mediática local que alienta a la población a desplazarse en bicicleta por la ciudad, ya que será difícil hacerlo en automóvil durante el verano parisino, más allá de los permisos de circulación.

El mayor día pico, en el que se realizará el mayor despliegue de seguridad, será el 26 de julio con la ceremonia de apertura, a orillas de 6 kilómetros del río Sena pasando por varios sitos emblemáticos de París, en la que se espera más de 300.000 espectadores (con boletos pagados y quienes se sumen en forma gratuita desde los muelles altos).

La apertura, dependiendo del clima y también en caso de “inminente amenaza terrorista”, podría ser trasladada al Estadio de Francia, según anunció el presidente Emmanuel Macron. “Este tipo de medidas de precaución son necesarias, pero estamos convencidos de que el espíritu de fiesta prevalecerá”, dijo una de las autoridades responsable de la seguridad del evento, en París.

“La atención del público estará en los atletas y en los atractivos de Francia, no en los agentes de seguridad que están entrenados para actuar sin llamar la atención y a los que se unirán las fuerzas privadas”, agregó.

Francia no arranca de cero en esta materia ya que, en especial luego de noviembre de 2015 (cuando los franceses y el mundo se conmovieron con los ataques en la sala de conciertos Bataclan y las explosiones suicidas alrededor del Estadio de Francia y de la Plaza de la Nación), no ha hecho más que desarrollar estrategias para blindarse. “Estamos preparados para enfrentar cualquier tipo de amenaza real a nivel de criminalidad, terrorismo y ciberataques”, dijo la fuente.

Los franceses hacen comentarios generales sobre la seguridad en París durante los JJOO, pero no muestran mayores inquietudes al respecto, al confiar en la experiencia antiterrorista de las fuerzas y en que Francia debe seguir funcionando con normalidad. “Más preocupado estoy por el atolladero de autos que se intensificará en los días de los JJOO”, dijo un camarero en el Barrio Latino a El País, al consultarle su sentir sobre las próximas fechas.

Según un agente de viajes también consultado por El País, los turistas extranjeros, sobre todo europeos, que han preguntado por paquetes para asistir a los JJOO generalmente no hacen mención a los preparativos de seguridad, dándolos por descontado. “Preguntan por cupos y precios, no sobre si es seguro o no venir a París”, comentó.

Se prevé alrededor de 15 millones de visitantes en las fechas olímpicas, que coinciden con la temporada de verano. Es probable que quienes elijan ver los museos Louvre, d’Orsay u Orangerie, no coincidan con quienes asistan a las competencias, pero sin duda agregarán un fuerte movimiento a la “ciudad luz”.

Los agentes turísticos ya están recomendando que se elijan lugares no tan popularmente conocidos para visitar, que igual son atractivos, con el fin de evitar aglomeraciones.

Las unidades de inteligencia cibernética francesas desarrollan pesquisas en internet en relación con los JJOO, investigando la información que circula para detectar riesgos o datos falsos en contra de la fiesta deportiva.

En semanas recientes detectaron videos falsos que apuntaban a que la organización de las Olimpíadas sería “muy represiva”, según contó un encargado de la agencia gubernamental en esta materia en París. También detectaron grafitis digitales con el mensaje de que las Olimpíadas serían “inseguras”, agregó.

Afirmó que, hasta el momento, no han detectado amenazas, pero por supuesto se mantienen alertas, con un equipo especialmente dedicado a fake news y terrorismo.

“Analizamos el efecto que podría tener la información falsa sobre el network, y activamos la información cierta para contrarrestar”, afirmó. Y ante riesgos de que la desinformación pueda desencadenar reacciones peligrosas en el mundo real, cuentan con protocolos de alertas e interrelaciones con otros organismos que actúan.

Francia, al igual que otros países europeos, ha ido aumentando el presupuesto destinado a servicios de seguridad y defensa, tanto física como cibernética, y continuará en esa línea considerando los riesgos del entorno geopolítico actual y el auge de la desinformación a través de las nuevas tecnologías, que incluyen cada vez más inteligencia artificial.

Sobre la organización de los JJOO, cabe agregar que el presupuesto para ello asciende a unos 4.400 millones de euros. El 96% proviene del sector privado y solo 4% del Estado, según dijeron las autoridades francesas.

Foto: EFE

Según disposiciones del Comité Olímpico Organizador, los atletas rusos y bielorrusos interesados en participar en los JJOO están autorizados a hacerlo bajo ciertas condiciones: podrán participar en carácter de atletas independientes; no podrán representar a sus respectivos países, los que fueron excluidos de la competencia (las restricciones son por la invasión de Rusia a Ucrania y el apoyo de Bielorrusia en dicha ofensiva); no deben pertenecer a ninguna gendarmería o institución policial o similar de esos países; y no deben haber apoyado la agresión de Rusia o Bielorrusia a Ucrania.

Asimismo, esos atletas deberán mantener en todo momento “neutralidad visual” durante los JJOO; esto es, no portar la bandera rusa o bielorrusa, ni cantar los himnos correspondientes de esos países, o expresión de similar tenor. Además, de obtener medallas, éstas no serán parte del tablero mundial de la competencia. Así lo aclararon las autoridades organizadoras del evento en París a fines de mayo.

Hasta ese momento, se contabilizaba una participación baja de esos atletas: entre 30 y 40 rusos y unos 15 bielorrusos, en un total de 10.500 atletas de 206 países con delegaciones de distintos tamaños.