Presidenciales
La Mesa de Unidad Democrática reclama al gobierno de Nicolás Maduro "garantias".
La coalición opositora de Venezuela anunció el miércoles que no participará en las elecciones presidenciales del 22 de abril por considerar que hasta el momento se trata de un proceso "fraudulento" e "ilegítimo".
La decisión que por consenso tomaron los principales partidos opositores reunidos en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se produce después de que algunas organizaciones como Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática, anticiparan esta semana que no irán al proceso electoral.
"No cuenten con la unidad, ni el pueblo para avalar lo que hasta ahora es un simulacro fraudulento e ilegítimo de elección presidencial", dijo Ángel Oropeza, portavoz de la alianza opositora, en una conferencia de prensa.
"Si el gobierno no da condiciones, la Mesa no participa", agregó, tras asegurar que se necesitan al menos 100 días para garantizar las mínimas condiciones electorales.
La postura de la MUD dejó al presidente Nicolás Maduro, que buscará su reelección, virtualmente sin contrincantes, excepto por el pastor evangélico Javier Bertucci, que anunció el domingo que buscará la presidencia.
Otros dos dirigentes opositores, Henri Falcón y Claudio Fermín, también habían dicho que querían postularse, pero no quedó claro de inmediato si seguirán con sus planes tras el anuncio de la MUD.
La oposición reiteró que las elecciones se deberían realizar en el segundo semestre del año, como tradicionalmente ha sucedido en el país, y rechazó el adelanto de la votación que ordenó en enero la poderosa Asamblea Constituyente oficialista.
Los adversarios de Maduro también reclaman desde hace meses que se liberen a los presos políticos, entre ellos algunos de sus líderes, se renueve la directiva del Consejo Nacional Electoral -visto como proclive al gobierno- además de convocar a una misión de observación internacional para los comicios.
Después del anuncio del miércoles, los opositores acordaron iniciar una campaña para que se den "verdaderas elecciones" este año mediante la conformación de un frente amplio, que integrará a sectores como la Iglesia, empresarios y sindicatos.
Maduro ha asegurado que vencerá en los comicios para gobernar hasta el 2025 y que después de su triunfo mejorará la economía del país, azotada por una profunda recesión y una inflación anualizada de más de 4.000 por ciento, según datos de la Asamblea Nacional, bajo control opositor.