La coronación de Carlos III dará lugar a una de las “operaciones de seguridad más importantes” que haya conocido el Reino Unido, dijo ayer miércoles el gobierno, buscando tranquilizar tras la detención de un hombre el martes frente al palacio de Buckingham.
Más de 2.000 personas, entre jefes de Estado, reyes y miembros de diversas monarquías, políticos y representantes de la sociedad civil asistirán el sábado a la ceremonia en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres.
Decenas de miles de curiosos abarrotarán el Mall, la gran avenida que parte del Palacio de Buckingham, para ver pasar la carroza real, acompañada en procesión por miles de militares en uniforme de gala, para la primera coronación de un monarca británico en 70 años.
Y pese a que el rey quiso organizar un evento de menor magnitud que la coronación de su madre en 1953 o los funerales de esta en septiembre pasado, el acto requerirá un imponente operativo de seguridad.
Bautizado “operación orbe de oro”, el dispositivo para proteger la ruta de entrada y salida de la abadía incluirá francotiradores en los tejados y agentes de civil, detectores de metal, perros rastreadores y una zona de exclusión aérea sobre el centro de la ciudad.
La policía también utilizará tecnología de reconocimiento facial en las calles. “¿Por qué no deberíamos utilizar cuanta tecnología esté a nuestra disposición?”, se preguntó comandante adjunto de Scotland Yard, Ade Adelekan, durante un encuentro con periodistas internacionales en el que su-brayó que la decisión final sobre si se pone en marcha ese sistema de vigilancia se tomará poco antes del día de la coronación.
“La lista de vigilancia se centrará en aquellas personas cuya presencia (...) suscitaría preocupación, incluidas las personas buscadas por delitos o sobre las que pesa una orden de detención pendiente”, informó Scotland Yard.
“Tendremos la mayor movilización de agentes en un solo día que se haya visto en décadas”, afirmó Adelekan. Será “una de las operaciones de seguridad más importantes” que haya vivido el país, tras la que en septiembre resultó del funeral de la reina Isabel II, fallecida a los 96 años, subrayó el secretario de Estado de Seguridad, Tom Tugendhat.
“Nuestros servicios de inteligencia y nuestras fuerzas del orden son perfectamente conscientes de los desafíos a los que nos enfrentamos y están listos para hacerles frente, como hizo la policía ayer”, agregó en declaraciones a Times Radio.
Cerca de 30.000 policías participan esta semana en el dispositivo de seguridad en Londres. La Policía Metropolitana de Londres (Met) contará con la ayuda de centenares de agentes de otros cuerpos del Reino Unido.
Costo y protestas
La casa real británica negó informaciones según las cuales el operativo costaría unos 100 millones de libras (125 millones de dólares), que habían suscitado críticas en un momento en que muchos británicos luchan contra el disparado coste de la vida.
“He visto varias estimaciones, algunas más extravagantes que otras”, declaró a la prensa un portavoz del palacio. “Una ocasión nacional como esta, un gran evento de Estado, atrae un enorme interés mundial que compensa con creces el gasto que conlleva”, agregó.
Además de posibles ataques, la policía vigilará a los manifestantes, ecologistas o antimonárquicos, que busquen “alterar el orden público”, afirmó.
“El derecho a protestar es fundamental y eso no cambiará”, dijo a los periodistas un portavoz del primer ministro Rishi Sunak. Pero “esperamos que todo el mundo se una” el sábado y reconozca la coronación como una ocasión de “unidad nacional”, agregó.
Preguntado por si la policía actuará contra personas que porten pancartas en contra de la monarquía o protesten de forma pacífica, Adelekan aseguró que su actuación dependerá del “contexto”.
“Voy a ser muy claro. Nuestro umbral respecto a cualquier cosa que interrumpa o que impida que esto sea un éxito absoluto va a ser muy bajo. Lidiaremos con ello de manera extremadamente expeditiva”, recalcó.
El grupo antimonárquico “Republic” espera reunir al menos a mil personas para abuchear el cortejo real en la céntrica Trafalgar Square, pero aseguró que no pretende “en absoluto” perturbar el desarrollo de la ceremonia de coronación de Carlos III.
Un detenido el martes en el Palacio de Buckingham
El martes hubo un incidente que puso en alerta a la seguridad de la familia real. Ese día la policía detuvo a un hombre “sospechoso de estar armado” que se acercó al Palacio de Buckingham y lanzó al suelo lo que al parecer eran cartuchos de fusil. El lugar fue acordonado luego de que al hombre lo encontraron en posesión de una bolsa sospechosa. Especialistas que llegaron al lugar realizaron por precaución una explosión controlada de la bolsa, tras realizar una evaluación. Los elementos lanzados por el hombre fueron recuperados y llevados para examen.
Los medios de prensa británicos indicaron que ni el rey Carlos III, de 74 años, ni su esposa la reina Camila, de 75, se encontraban en el lugar. El Palacio de Buckingham no quiso hacer comentarios. La vía que lleva al Palacio de Buckingham fue cerrada a la circulación en previsión de la coronación del sábado, la primera en Reino Unido en 70 años.
Con información de AFP y EFE