EFE, AFP
La fuerza de la ONU en Líbano (FINUL) anunció este viernes que dos cascos azules srilankeses resultaron heridos cerca de la frontera con Israel y estimó que los bombardeos llevados a cabo por el ejército israelí representaban "un riesgo muy grande" para sus efectivos.
El incidente se suma al de dos cascos azules, de nacionalidad indonesia, que sufrieron heridas el jueves tras un bombardeo israelí contra el cuartel general de la FINUL.
El ejército israelí reconoció los ataques y confirmó haber disparado el jueves en Ras al Naqura, junto a la frontera. Asimismo, señalaron que los incidentes fueron "involuntarios" y alegaron que los milicianos de Hezbolá operan cerca de las posiciones de la ONU.
El portavoz del Ejército israelí, Nadav Shoshani, insistió en que las tropas "toman todas las precauciones para minimizar el daño tanto a civiles como a cascos azules" y precisó que se está llevando a cabo "una revisión exhaustiva en los más altos niveles de mando para determinar los detalles".
La ministra de Exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, señaló en un comunicado: "Indonesia urge a que se lleve a cabo una investigación del ataque para que sus perpetradores rindan cuentas".
Condena internacional
Ese ataque provocó una ola de indignación internacional. La Casa Blanca expresó "profunda preocupación".
Italia llegó a mencionar la posibilidad de catalogarlos como "crímenes de guerra" y Francia convocó el viernes al embajador de Israel.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, aseguró este viernes que el ataque de Israel contra el cuartel general de la misión de paz de la ONU viola la legislación internacional, al tiempo que calificó este hecho como "muy preocupante".
España, por su parte, convocó este viernes al encargado de negocios de Israel para protestar por los ataques "injustificados" del ejército israelí a las posiciones de la misión de paz.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el incidente constituye "una violación del derecho humanitario internacional". "Condeno que haya habido disparos contra una instalación de Naciones Unidas en la que resultaron heridos dos cascos azules, lo cual constituye una violación del derecho humanitario internacional", declaró el dirigente a la prensa desde Laos, donde participaba en una cumbre regional del sureste asiático.
La FINUL, que mantiene unos 10.000 efectivos desplegados en el sur de Líbano, indicó el viernes que se habían producido "explosiones por segunda vez en 48 horas" cerca de una "torre de observación" de su cuartel general y que "dos cascos azules fueron heridos".
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaron ayer que siguen operando en el sur de Líbano y mantienen "la comunicación habitual" con los cascos azules de la FINUL.
Por su parte, el primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, pidió este viernes al Consejo de Seguridad de la ONU un cese el fuego "inmediato" entre Israel y Hezbolá, después de que el jueves Beirut fuera golpeada por el bombardeo israelí más mortífero desde la escalada del conflicto, que dejó 22 muertos.