ROMA
Biden destacó que el acuerdo ayuda a “restablecer los flujos comerciales transatlánticos”, y garantiza una industria siderúrgica estadounidense fuerte y competitiva en las próximas décadas.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Úrsula Von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebraron en Roma el acuerdo de suspensión de aranceles mutuos impuestos bajo la administración de Donald Trump, un “gran paso en las relaciones bilaterales”, que refuerza la alianza entre ambos.
“Estados Unidos no aplicará los aranceles de la sección 232 (de la Ley de Expansión Comercial) y permitirá la importación libre de aranceles de acero y aluminio de la Unión Europea en un volumen histórico” -cuya cantidad no fue detallada, aunque la prensa especializada baraja 3,3 millones de toneladas-; mientras que la Unión Europea “suspenderá los aranceles relacionados sobre productos estadounidenses”, informó la Casa Blanca en una nota.
Biden destacó que el acuerdo ayuda a “restablecer los flujos comerciales transatlánticos”, al tiempo que garantiza una industria siderúrgica estadounidense fuerte y competitiva en las próximas décadas.
La relación comercial entrela Unión Europea y Estados Unidos se deterioró durante el mandato del presidente Donald Trump (2017-2021), en particular a raíz de la imposición en 2018 de aranceles del 25 % a las importaciones comunitarias de acero y del 10 % a las de aluminio, a los que la Unión Europea respondió con su propia tanda a varios productos estadounidenses.
Ahora, la administración de Biden está recuperando la estrecha relación con sus socios europeos y una muestra es este pacto “histórico”, tal y como lo describió él mismo. De hecho, Von der Leyen destacó que desde la llegada de Biden a la Casa Blanca se ha restaurado “la confianza y comunicación” entre Bruselas y Washington y recordó que se han logrado acuerdos para eliminar los aranceles derivados de la disputa por los subsidios a Boeing y Airbus.
China
El pacto consentirá a ambos negociar un nuevo acuerdo comercial global para abordar el exceso de capacidad mundial de acero y aluminio procedente sobre todo de China, que en los últimos tiempos ha comercializado su acero barato en los mercados internacionales, dirigiéndolo a países como Estados Unidos, a través de Europa, algo que Washington considera que penalizaba la competitividad de su industria.
A partir de ahora, el acero que ingrese a Estados Unidos a través de Europa deberá haber sido producido íntegramente en Europa, una norma conocida como “fundido y vertido”.
Otro encuentro
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, tuvo un encuentro ayer en Roma con el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, en el que le trasladó sus preocupaciones por los derechos humanos, en momentos de tensión entre las dos potencias, informó la Casa Blanca.
Blinken expresó su oposición a las acciones de China que van “en contra” de los intereses y valores estadounidenses, “incluidas acciones relacionadas con Xinjiang, Tíbet, Hong Kong, los mares de China Oriental y Meridional y Taiwán”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Las tensiones son altas entre las dos economías más grandes del mundo en un muchos frentes, incluyendo el comercio.
A principios de esta semana, Washington ordenó a China Telecom Americas que descontinuara sus servicios en un plazo de 60 días, poniendo fin a casi dos décadas de operaciones en el país y aumentando la tensión en las relaciones entre los dos países.