LA PANDEMIA DEL COVID-19
En España e Italia el debate público se centra en cómo y cuándo aliviar semanas de drásticas restricciones a las actividades personales y económicas.
Países europeos, entre ellos Italia y España, han comenzado a mirar al futuro y piensan en cómo aliviar el aislamiento por coronavirus después de caídas constantes de las tasas de mortalidad, mientras Estados Unidos entró en la “semana pico de muertes”.
En España e Italia, que representan más del 40% de las muertes por coronavirus en el mundo, los fallecimientos han disminuido durante varios días y el debate público se centra en cómo y cuándo aliviar semanas de drásticas restricciones a las actividades personales y económicas.
Alemania, vista por muchos como una guía sobre cómo enfrentar la pandemia, con una combinación de restricciones de movimiento con pruebas generalizadas, ya elaboró un plan detallado.
Sin embargo, las cifras globales siguen siendo altas y aún no muestran señales de estancarse.
La planificación central de la mayoría de los países es la necesidad de “aplanar la curva” para evitar agotar su oferta de camas de cuidados intensivos. Italia informó que el número de pacientes en cuidados intensivos había disminuido por segundo día consecutivo.
Las medidas para evitar un nuevo aumento en los casos, como máscaras, pruebas de infección y rastreo de contactos, serán determinantes para que la mayoría de los países pueda relajar sus bloqueos.
Una vez más, el plan puede provenir de Alemania, que, a pesar de ser el país más poblado de Europa, ha registrado solo 1.448 muertes entre más de 98.000 casos confirmados. El plan de acción del Ministerio del Interior, al que accedió Reuters, dice que debería de ser posible mantener la tasa promedio de contagio en uno por cada infectado, la medida de una epidemia en retirada. Alemania ha estado bloqueada, con restaurantes y la mayoría de las tiendas cerradas, desde el 22 de marzo, y el documento supone que la pandemia durará hasta 2021. Pero el plan dice que las medidas previstas, incluido el uso obligatorio de máscaras en público, los límites en las reuniones, el rastreo rápido de las cadenas de infección y la cuarentena selectiva, deberían permitir un retorno gradual a algo que se aproxime a la vida normal.