El estado de salud del papa Francisco pasó a ser una preocupación mayor en el Vaticano, luego de que ayer miércoles fuera internado en un hospital de Roma en vísperas del Domingo de Ramos y la Semana Santa.
La noticia causó preocupación tras dos versiones distintas que brindó el Vaticano en el correr del día sobre su traslado, alegando primero “chequeos médicos programados” y, finalmente, la confirmación de una infección respiratoria.
Francisco, de 86 años, “sufre una infección respiratoria que requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario adecuado”, comunicó la oficina de prensa del Vaticano pasadas las 20 horas en Roma -las 15 en Uruguay- tras la internación del papa en el hospital Agostino Gemelli de Roma. Deberá seguir internado allí “algunos días para oportuna terapia médica”.
El comunicado agrega que en los últimos días, “el papa Francisco se había visto aquejado de algunas dificultades respiratorias”. La Santa Sede precisó que está descartada una infección por covid- 19.
Medios italianos hablaron de “problemas cardíacos y dificultad respiratoria”, pero los resultados de un TAC en el tórax y otras pruebas médicas hacen que su estado de salud “no preocupe”, consignaron.
El comunicado del Vaticano acalló las versiones de que la internación había tenido que ver con un malestar cardíaco.
“El papa Francisco se encuentra conmovido por los muchos mensajes recibidos y expresa su agradecimiento por la cercanía y la oración”, añade el comunicado oficial.
Durante la mañana de ayer, Francisco celebró la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro y se lo vio con buena salud y sin problemas. Pero al regresar a Santa Marta -donde vive- comenzó a sentir dolores en el pecho, dijo a La Nación una fuente allegada a Francisco.
Fue entonces que su asistente sanitario personal, Massimiliano Strappetti, le aconsejó inmediatamente hacerse unos controles al hospital Gemelli, al que fue llevado en una ambulancia.
Pasadas las 16 horas en Roma fue cuando el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dio la primera versión del traslado: el pontífice “se encuentra en (el hospital) Gemelli desde esta tarde para controles previamente programados”.
El hecho de que dijera “desde esta tarde” enseguida hizo entender que el papa podía llegar a quedarse internado también para pasar la noche.
El pontífice tenía prevista en la misma tarde de ayer una entrevista para un programa de la televisión pública italiana RAI, que debió ser cancelada. Por el momento, también canceló la agenda de los próximos dos días.
Renuncia pieza clave sobre abusos a menores
Hans Zollner, el miembro más influyente de la comisión del Vaticano que lucha contra los abusos sexuales a menores dentro de la iglesia, renunció ayer miércoles.
La renuncia, justificada oficialmente por el reciente nombramiento de Zollner para otros cargos (consultor de la Diócesis de Roma en temas relacionados con la lucha contra las agresiones sexuales) fue aceptada el 14 de marzo por el papa.
Zollner, jesuita como Francisco y uno de los principales expertos en la lucha contra los abusos a menores dentro de la Iglesia católica, explicó su renuncia por diferencias dentro de la comisión.
“Durante mi trabajo en la comisión, detecté problemas que deben abordarse con urgencia y que me imposibilitaron continuar mi misión”, indicó en Twitter. “La protección de los niños y de las personas vulnerables debe estar en el centro de la misión de la Iglesia católica”, pero “en los últimos años ha aumentado mi preocupación por la forma en que la Comisión (...) actuó para cumplir esta misión”.
Antecedentes
Francisco estuvo internado diez días en ese mismo hospital en julio de 2021 para una operación de intestino, en la que le retiraron 33 centímetros de colon.
El papa dijo poco después que se había recuperado del todo y podía comer normalmente. Sin embargo, en una entrevista con Associated Press el 24 de enero, indicó que sus divertículos intestinales habían “regresado”. De todos modos, Francisco aclaró que la diverticulitis estaba “bajo control”.
“Estoy bien de salud. Por la edad que tengo, estoy normal. Podría morirme mañana, pero vamos, está controlado”, bromeó en esa entrevista.
“Ni siquiera se me ocurrió hacer testamento”, agregó.
Desde entonces, el papa solo sufre un problema en la rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas. En varias ocasiones aseguró que no se quiere operar. Incluso, en una entrevista con Reuters el año pasado, argumentó que no quería que se repitieran los efectos secundarios negativos a largo plazo de la anestesia que sufrió tras la operación de 2021.
Más atrás en el tiempo, cuando residía en Argentina, Jorge Bergoglio fue tratado con acupuntura china por dolor de espalda, sufría de “cálculos en la vesícula biliar” y en 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido a un ligero estrechamiento de una arteria, según contó.
La mayor intervención quirúrgica que sufrió antes de la operación de colon fue en 1957, a los 21 años cuando, siendo seminarista en el barrio bonaerense de Villa Devoto, se le extirpó el lóbulo superior del pulmón derecho por una pulmonía grave en el Hospital Sirio Libanés.
“Fue una gran operación. La cicatriz de la incisión quirúrgica que me hicieron va desde la base del hemitórax derecho hasta su vértice (...) se trabajó con un separador y se debió hacer mucha fuerza. Por eso, al recuperarme de la anestesia, los dolores que sentí fueron muy intensos”, contó el propio papa en una entrevista al periodista argentino Nelson Castro hace dos años.
En julio del año pasado, Francisco confesó que “ya no podía viajar” con el mismo ritmo de antes. Pero para despejar toda especulación sobre su continuidad en la Santa Sede, este año declaró que no tiene planes de dimitir a corto plazo y que, si lo hiciera, sería por motivos de salud graves, como una incapacidad severa.
La renuncia de un papa “no debe convertirse en una moda”, dijo Francisco, y que esa idea “por lo menos, no está en mi agenda”, aseguró. Desde hace un año, cuenta con un “asistente personal sanitario”: una enfermera que lo asiste en forma permanente.
Sonriente, pero con expresiones “de dolor”
Francisco, que en marzo de este año festejó diez años de papado, participó en la mañana de ayer miércoles en la audiencia general en la plaza de San Pedro y se le vio sonriente cuando saludó a los fieles desde su “papamóvil”.
En su oratoria, el papa lamentó el “trágico incendio” que el martes dejó al menos 38 migrantes muertos en un centro de detención de México, y convocó a los fieles reunidos en plaza de San Pedro a rezar por las víctimas.
“Recemos por los migrantes que fallecieron ayer en un trágico incendio en Ciudad Juárez, en México”, pidió el pontífice al saludar en español a los fieles de habla hispana que siguieron la audiencia. En las fotografías de ayer, al papa se lo vio bien, jovial durante la audiencia.
El obispo español de Barbastro, Ángel Pérez Pueyo, que lo saludó al final, estuvo incluso bromeando con él.
Sin embargo, según los fotógrafos de AFP, el papa se movía con dificultad y parecía sufrir de fuertes dolores.
Antes de retirarse, mientras estaba por subir al icónico jeep blanco con el cual recorre la plaza para saludar a los fieles, los periodistas notaron una expresión “de dolor” vinculada a su rodilla, que fue plasmada en fotografías que ilustraron la noticia en los medios.
El mundo conocía ya sus achaques debido a que sufría de una ciática crónica que lo obliga a cojear, por la que tuvo que renunciar en algunas ocasiones a ceremonias oficiales.
Imprevista, la internación de Francisco justo se dio a días del Domingo de Ramos, celebración que abre la Semana Santa, el período más importante para la Iglesia católica.
Con información de AFP, EFE y La Nación (GDA)