Para Nueva York “lo peor pasó”, pero alertan una segunda ola de contagios por coronavirus

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Calles vacías debido a la cuarentena; el número de muertos en Nueva York bajó en los últimos días. Foto: AFP

ESTADOS UNIDOS

El número de muertos en Estados Unidos por COVID-19 superó ayer lunes los 23.000, con un total de casi 570.000 casos.

Nueve estados en las costas este y oeste de Estados Unidos comenzaron a planificar una lenta reapertura de sus economías y el levantamiento de la cuarentena domiciliaria, en medio de señales de que lo peor de la pandemia del COVID-19 había pasado. Los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut trabajarán con Delaware, Pensilvania y Rhode Island para reabrir gradualmente sus economías.

“Abordar la salud pública y la economía: ¿qué es lo primero? Ambos son lo primero”, sostuvo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, durante una conferencia telefónica abierta con sus cinco contrapartes

A su vez, los gobernadores de California, Oregon y Washington también llegaron a un acuerdo para poner fin a las medidas de restricción, aunque no dieron un cronograma y afirmaron que primero se guiarían por la salud de los residentes.

El presidente Donald Trump, en tanto, aseguró que cualquier decisión sobre la reapertura de la economía será suya. “Es una decisión del presidente, y por muchas buenas razones”, dijo Trump en Twitter. Luego escribió que su gobierno trabaja estrechamente con los gobernadores. “Una decisión mía, en conjunto con los gobernadores y el aporte de otros, ¡se tomará en breve!”, afirmó después.

La Casa Blanca señaló el 1° de mayo como posible fecha para aliviar las restricciones.

El número de muertos en Estados Unidos por COVID-19 superó ayer lunes los 23.000, con un total de casi 570.000 casos. El país, con la tercera población más grande del mundo, ha registrado más muertes por COVID-19 que cualquier otro.

Pero las muertes informadas el domingo sumaron 1.513, el aumento más bajo desde los 1.309 fallecidos el 6 de abril. La mayor cantidad de muertes, más de 10.000, se produjo en el estado de Nueva York. Cuomo dijo que “lo peor ya pasó” para su estado, pero advirtió que los avances logrados mediante el distanciamiento social podrían perderse si “hacemos algo estúpido”.

Segunda ola.

Es que la primera ola del nuevo coronavirus no ha terminado en Estados Unidos, y los expertos advierten que una segunda golpeará al país si la vuelta a la normalidad es demasiado repentina.

Estados Unidos “está llegando al pico” de la curva, dijo ayer el director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) Robert Redfield, a NBC. Ello no debería conducir, en su opinión, a suspender las reglas de distanciamiento social y de teletrabajo de la noche a la mañana. La reapertura será “un proceso gradual, paso a paso, basado en datos”, indicó.

El nuevo coronavirus no habrá desaparecido tras el fin del confinamiento. Una gran mayoría de la población habrá logrado evitar contraerlo y, por lo tanto, seguirá siendo susceptible a la contaminación hasta que haya una vacuna.

El objetivo de la primera fase era evitar que muchas personas se enfermaran al mismo tiempo y los hospitales se congestionaran. Pero el virus continuará circulando e infectando.

Cornavirus en Nueva York, Estados Unidos. Foto: AFP.
Cornavirus en Nueva York, Estados Unidos. Foto: AFP.

“¡Despierten, hasta el 50% de este país terminará infectado!”, dijo a la cadena MSNBC Michael Osterholm, director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.

“Si abrimos todo el país el 1° de mayo, no hay duda de que habrá un repunte” de casos de COVID-19, advirtió en CBS Christopher Murray, director del Instituto de Evaluación y Medición de Salud de la Universidad Estatal de Washington, que maneja un modelo de referencia sobre la curva epidémica. Quizás algunos estados puedan comenzar a mediados de mayo, pero otros no, dijo.

California y la costa oeste se confinaron relativamente temprano y evitaron el destino de otros estados, como Nueva York, Nueva Jersey, Luisiana y Michigan. Incluso en Nueva York, epicentro de la pandemia, el gobernador dijo que estaba aliviado de que los médicos no hayan tenido que elegir a quién salvar y a quién abandonar a su suerte.

Mata diez veces más que H1N1
Coronavirus. Foto: AFP

El nuevo coronavirus es diez veces más mortífero que el virus responsable de la gripe A (H1N1). “Los datos recabados en varios países nos dan una imagen más clara de este virus, de su comportamiento, de la manera de pararlo”, declaró el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una videoconferencia de prensa desde Ginebra. “Sabemos que la COVID-19 se propaga rápidamente y sabemos que es letal: 10 veces más que el virus responsable de la pandemia de la gripe de 2009”, agregó.

Mientras la pandemia del nuevo coronavirus ha causado más de 115.000 muertos en el mundo desde que surgió en diciembre en China, la gripe A(H1N1) dejó 18.500 muertos, según la OMS, pero la revista médica The Lancet estimó el número de muertos entre 151.700 y 575.400.

La pandemia provocada por el virus A(H1N1) dio lugar a campañas masivas de vacunación. Los países occidentales, en particular los europeos, y la OMS fueron criticados por una movilización que se consideró sobredimensionada, ya que cada año, la gripe estacional deja entre 250.000 y 500.000 muertos.

A la espera de una vacuna contra el nuevo coronavirus, la OMS insta a los países a poner en marcha campañas de diagnóstico generalizadas entre los casos sospechosos, ponerlos en cuarentena y hacer un seguimiento de sus contactos. Pero su director reconoció que en la “era de la globalización, significa que el riesgo de que se reintroduzca y resurja la COVID-19 puede continuar”. “Al final, la distribución de una vacuna segura y eficaz va a ser necesario para interrumpir totalmente la propagación”, dijo.

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