Nacido en la capital estadounidense, declarado admirador del presidente de El Salvador, Nayib Bukele y confeso antisistema, republicano y nacionalista, el candidato Paraguayo Cubas pretende llegar a la Presidencia de Paraguay para impulsar una revolución dentro del Estado.
Cubas, un abogado de 61 años que fue removido por sus colegas del Senado en 2019, arrasa en las redes sociales por su discurso sin tapujos, mayoritariamente en guaraní, y por episodios en los que arrojó agua en la cara de sus otrora colegas congresistas, reprendió a un jefe de policía por su estado físico e incluso tildó de corruptos a reconocidos dirigentes.
“Nosotros no vamos a hacer la alternancia, nosotros vamos a hacer la revolución radical desde el punto de vista civil”, dijo a EFE el candidato por el Partido Cruzada Nacional, que no duda en abrazar, tomarse fotos, bailar y hasta bromear con sus seguidores.
Su estilo no admite medias tintas: “Critico a esta democracia, que no ha dado de comer ni ha educado a la gente”, expresa en una entrevista que atiende sentado en una vereda rodeado de celulares que graban la escena.
“Creo que aquí realmente hace falta, primero una revolución electoral, que se va a dar el 30 de abril, posiblemente, y luego, toda una revolución al interior del Estado paraguayo”, proclama.
Entre sus prioridades en caso de llegar al poder, estará la unificación de las fuerzas públicas, devolver al Estado las tierras mal habidas y dejar de destinar el 90% del presupuesto del Estado a los empleados públicos.
Pero lo primero, puntualiza, será cambiar la Constitución paraguaya, que describió como “la más antigua de Latinoamérica, con 31 años”, y que espera reescribir mediante la convocatoria de una Asamblea Constituyente en el plazo de un año.
También se muestra partidario de establecer la pena de muerte “para el que mata para robar”, “el que mata al padre o a la madre”, para “el feminicida”, “el que viola a una menor de catorce años” y para quienes “se lucran con el dinero del Estado a través del lavado de dinero, del cohecho pasivo o el activo”.
De igual forma, advirtió que, al igual que hoy sucede en El Salvador, si gana las elecciones, impondrá el Estado de excepción, en su caso durante los cinco años de gestión con militares y policías en las calles, “para acabar con esta racha de pobres que roban a los pobres”.
Sobre las sanciones de Estados Unidos a dirigentes del oficialista Partido Colorado, como el expresidente Horacio Cartes y el vicepresidente Hugo Velázquez, las consideró un error “geoestratégico” en medio de la campaña, pues considera que convirtieron al exgobernante en “víctima”.
Prometió buenas relaciones con EE.UU, en cuya capital nació cuando su padre, el militar Roberto Cubas Barboza, estaba destinado ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
También se mostró cercano a Brasil y, en especial, a Argentina, país al que agradece haber acogido a dos millones de paraguayos.
A la hora de definirse por un referente político, Cubas dice identificarse con Bukele “toda la vida”. “Me parece que con los años él se ha vuelto un ecléctico. Él hoy es un hombre muy versátil mentalmente y para la ejecución de sus proyectos”, afirmó sobre el líder salvadoreño.
Destacó que Bukele combine la libre oferta y demanda con la intervención del Estado. “Acá en Paraguay así va a ser: hay que regular los precios de la canasta básica familiar, porque acá no existen monopolios, existen oligopolios y ese es el problema más grave que tenemos hoy”, defendió.
Con información de AFP