Con información de La Nación/GDA
Jamie Heavens, un joven nacido en Inglaterra, recibió un inesperado golpe de suerte en 2016 que lo convirtió en millonario en un día.
Heavens, que en ese entonces tenía 22 años, empezó su mañana como era habitual: preparándose para ir a la compañía de construcción de su padre, ubicada en Dorset, y arrancar la jornada.
Sin embargo, recibió una llamada que desencadenaría una serie de eventos que lo transformaría en millonario. "Antes de salir me llamaron del trabajo porque un compañero se había enfermado, así que me mandaron a trabajar a otro lugar con mi tío Marek", narró al medio británico The Sun.
"En el camino tuvimos que parar en la estación de servicio Romsey Services para cargar combustible y entré al kiosco para comprar un refresco", explicó.
El joven albañil se dio cuenta que había elegido el sabor equivocado de refresco, así que tuvo que salirse de la fila para pagar y agarrar el refresco que quería. El cliente de adelante compró un billete de lotería y el joven decidió hacer lo mismo, sin sospechar que acababa de cambiar su suerte para siempre.
Mientras su tío aguardaba afuera de la estación de servicio, Jamie, con el boleto de lotería en mano, agarró un objeto punzante para rasparlo y recibió una noticia totalmente inesperada: ganó un millón de dólares.

No tenía señal para llamar a la Lotería Nacional británica
"No lo creí al principio. Decía que había ganado un millón de dólares. Creo que la única otra vez que me sentí tan asombrado fue cuando nació mi hijo", añadió Heavens, quien, a partir de ahí, necesitó reconfirmar la noticia con la Lotería Nacional británica.
Sin poder establecer contacto telefónico, el albañil le comunicó la noticia a su tío y ambos se dirigieron a su trabajo tras cargar el combustible. Una vez en la empresa constructora ubicada en Bournemouth, al sur de Inglaterra, el joven tomó su celular, se dirigió al piso más alto de un edificio en construcción en busca de tener señal y pudo confirmar que se había convertido en acreedor de una suma millonaria que le cambiaría la vida a él, su esposa y su hija.
“Realmente no entendés lo que pasa hasta que el dinero llega a tu cuenta. Es como una sensación de alivio, de que podés ir a cualquier lugar y hacer lo que quieras”, explicó Jamie.
"Vivo una vida tranquila"
Tras lo sucedido, explicó que siguió trabajando en la construcción a pesar de obtener una fortuna. Con el dinero, lo primero que hizo fue comprarse un auto para que tanto él como su mujer, Danielle Heavens, tuvieran movilidad propia
A su vez, Jamie le regaló a Danielle una boda de ensueño para reafirmar su relación, y con la plata restante decidieron invertir en propiedades para mantener las finanzas. “Compramos un par de propiedades, no tenemos una hipoteca sobre ellas. El dinero te hace sentir más cómodo, pero no deberías cambiar la forma en que vives tu vida”, manifestó.
Por último, el hombre explicó que el premio obtenido en la lotería no le desvió su camino en la vida. “Todavía estoy consciente del valor de las cosas. Vivo una vida tranquila, me gano un salario normal y mi esposa va a trabajar dos días a la semana”, cerró.