MANIFESTACIONES
El mandatario Joe Biden animó a votar a su favor en noviembre e intentará revertir la decisión.
Los partidarios del derecho al aborto se movilizaron en Estados Unidos ayer en el segundo día de protestas contra el fallo de la Corte Suprema, mientras los estados conservadores comienzan a prohibir las interrupciones voluntarias de embarazos.
El país está viviendo una nueva polarización, entre los estados que ya están negando, o se preparan a hacerlo, el derecho al aborto, vigente desde hace 50 años, y los que lo mantienen.
Decenas de nuevas protestas tuvieron lugar ayer, siguiendo a las ya realizadas el viernes, en su gran mayoría pacíficas, aunque la policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes en Phoenix, Arizona, y grupos antidisturbios dispersaron manifestaciones en el centro de Los Ángeles.
Al menos ocho estados ya han impuesto prohibiciones del aborto, y un número similar hará lo mismo en las próximas semanas luego de que la corte eliminara las protecciones constitucionales para el procedimiento, lo que generó críticas de algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos en todo el mundo.
La Corte Suprema anuló el histórico fallo Roe v. Wade, que consagró en 1973 a nivel federal el derecho de la mujer al aborto, permitiendo que cada estado promulgue su propia legislación en la materia.
El presidente Joe Biden, quien calificó esta decisión como un “trágico error” derivado de una “ideología extremista”, habló nuevamente ayer. “Sé lo dolorosa y devastadora que es esta decisión para muchos estadounidenses”, dijo en la Casa Blanca.
Biden dijo el viernes que su Gobierno defenderá el derecho al aborto y animó a los estadounidenses a acudir a votar en los comicios de noviembre para garantizar una mayoría en el Congreso para sacar adelante leyes que lo amparen e intentar revertir la decisión del Tribunal Supremo con una ley federal.
Varios estados gobernados por demócratas, anticipando una afluencia de pacientes, ya han tomado medidas para facilitar el aborto y tres de ellos (California, Oregón y Washington) publicaron una declaración común para defender el acceso a estas intervenciones.
Las senadoras demócratas Elizabeth Warren y Tina Smith pidieron a Biden ayer, que declare una emergencia de salud pública para proteger el acceso al aborto.
Reacción mundial
Organizaciones de derechos humanos y figuras de distintos países se han pronunciado sobre el fallo de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU.
Entre ellos, el canciller alemán, Olaf Scholz llamó ayer a defender “los derechos de las mujeres”, y elogió en contraposición la eliminación de las restricciones a la clase médica en Alemania.
“Es bueno que el párrafo 219a vaya a pasar a la historia en breve. Pero eso nos debe recordar que en muchas otras partes del mundo los derechos de las mujeres están amenazados”, escribió Scholz, en su cuenta en twitter.
El canciller aludió así a la supresión, aprobada el viernes por el Bundestag (Parlamento alemán) del párrafo que prohibía informar a las consultas y demás centros médicos alemanes sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
Durante años se bloqueó, ya que el bloque conservador consideraba que informar sobre la interrupción del embarazo podía interpretarse como “publicidad” a favor del aborto. (Con información de AFP y EFE)
Francia saca a luz la protección del aborto
La decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. de derogar el derecho al aborto en el país abrió en Francia el debate sobre la inclusión de la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo en la Constitución. “El Gobierno apoyará con firmeza esta propuesta de ley”, escribió en Twitter la primera ministra, Élisabeth Borne.
La propuesta ha sido también alabada por el ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti, y otras fuerzas políticas.
En 2019, grupos de izquierda presentaron una proposición de ley para introducir el derecho al aborto en la Constitución pero los diputados del partido macronista la rechazaron por considerar que la ley ya lo protegía con suficientes garantías.
Se que el retroceso de derechos de la mujer en EE-UU. pueda tener un efecto contagio a otros países. EFE