Partió el mayor telescopio del mundo; busca responder de dónde venimos y si estamos solos en el universo

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Partida del James Webb. Foto: AFP.

DESPEGÓ EL SÁBADO

El James Webb permitirá saber más sobre el universo... y el futuro

El cohete Ariane 5 que transporta al James Webb, el mayor telescopio jamás enviado al espacio, despegó ayer sábado a las 9:20 horas de Uruguay, desde el puerto espacial europeo de Kurú, en Guayana Francesa.

El James Webb partió hacia el espacio sin ningún contratiempo, pero un cielo parcialmente nublado en Kurú no permitió ver de manera continua el ascenso del cohete y las dos largas lenguas de fuego que provocaban sus potentes motores.

Tras el despegue, la NASA destacó en un tuit que había empezado “una nueva y emocionante década de ciencia” y que el James Webb “cambiará nuestra comprensión del espacio tal y como lo conocemos”.

La Agencia Espacial Europea (ESA) en la misma red social señaló que este despegue “es un impresionante regalo de Navidad” para la ciencia espacial.

El Webb ha empezado ayer su viaje después de casi tres décadas de trabajos de desarrollo y construcción, y años de retrasos. La importancia y revolución de esta misión, tanto desde el punto de vista astronómico como tecnológico, ha hecho que las agencias espaciales realicen retransmisiones en varios idiomas.

La NASA lo está retransmitiendo en inglés, en un programa liderado por la astrónoma Michelle Thaller, y en español, conducido por la científica española Begoña Vila, ingeniera jefa de sistemas del James Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia espacial estadounidense, quien resumió: “es un día histórico”.

Thaller destacó del telescopio que no se trata solo de avanzar en el conocimiento de las primeras galaxias que nacieron después del Big Bang -la gran explosión que se considera que originó el universo-, sino saber más de “mi historia, la tuya, nuestra historia”.

Partida del James Webb. Foto: AFP.
Partida del James Webb. Foto: AFP.

Por qué importa.

El telescopio orbitará alrededor del Sol a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra con la ambiciosa misión de responder dos preguntas fundamentales para la humanidad: ¿De dónde venimos? y ¿estamos solos en el universo?

Su potencia debe permitirle escrutar hasta el “amanecer cósmico”, el momento en que las primeras galaxias empezaron a iluminar el universo después del Big Bang, hace 13.800 millones de años.

También debe ayudar a comprender la formación de estrellas y galaxias, y observar los exoplanetas para que los astrónomos descubran más de ellos, y eventualmente, puedan identificar en el futuro otros planetas como la Tierra y hacer predicciones.

El telescopio ofrecerá una vista inédita del universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, y permitirá a los científicos estudiar una gran variedad de objetos celestes. Pondrá a nuestro alcance datos e imágenes nunca vistos. “Colores que no hemos podido ver” hasta ahora en el espacio, detectar cosas “que no teníamos en mente en la astrofísica actual”, aseguró el chileno Nestor Espinoza, uno de los implicados en esta misión.

Cooperación.

En su cuenta de Twitter, el director general de la ESA, Josef Aschbacher, dijo: “ver un lanzamiento de esta magnitud y en este nivel de cooperación internacional es ver una maquinaria increíble en acción (...), estoy orgulloso del trabajo”.

El James Webb resulta de un la colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA).

James Webb seguirá los pasos del telescopio Hubble, que revolucionó la observación del universo. Es gracias a él que los científicos descubrieron la existencia de un agujero negro en el centro de todas las galaxias o de vapor de agua alrededor de exoplanetas.

Próximos pasos.

El telescopio de 12 metros de alto y un parasol con la talla de una cancha de tenis, tuvo que plegarse para ser colocado en la nave Ariane 5. El encapsulado se realizó guiado por láser para evitar cualquier daño al instrumento, cuyo desarrollo costó casi 10.000 millones de dólares.

Pasarán semanas para saber si el telescopio está listo para funcionar. No será hasta junio que comience su exploración de los confines del espacio.

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