Qué está pasando en Afganistán: claves para entender la actual escalada de violencia

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Los talibanes tomaron el control de la ciudad fronteriza afgana en una rápida ofensiva en todo el país. Foto: AFP.
TOPSHOT - A Pakistani soldier (L) stands guard as stranded Afghan nationals arrive to return to Afghanistan at the Pakistan-Afghanistan border crossing point in Chaman on August 14, 2021, after the Taliban took control of the Afghan border town in a rapid offensive across the country. (Photo by - / AFP)
-/AFP

UN PAÍS BAJO EL TERROR

¿Quiénes son los talibanes? ¿Por qué Estados Unidos les declaró la guerra? ¿A qué se debe el conflicto actual?

Los talibanes, grupo armado fundamentalista afgano, ha logrado en alrededor de tres meses poner en jaque al Ejército de Afganistán, entrenado y apoyado en las dos últimas décadas por contingentes internacionales, en una rápida ofensiva que ha ido avanzando desde el perímetro de las provincias hacia las grandes ciudades como Kunduz, Herat y Kandahar.

Casi 20 años después de la rendición talibán ante la campaña militar lanzada por Estados Unidos y la Alianza del Norte (afgana) contra el considerado santuario de la red terrorista Al Qaeda, la guerrilla amenaza de nuevo con el control total de Afganistán.

1. ¿Quiénes son los talibanes?

El grupo armado de los talibanes, los “estudiantes”, según su traducción de la lengua pastún, toma forma a inicios de los años noventa del siglo pasado. En 1989, los muyahidines ?combatientes por la yihad (guerra santa) armada, afganos y extranjeros, habían derrotado a las tropas de la Unión Soviética en Afganistán tras una década de guerra. Desde la frontera afgano-pakistaní, los talibanes, nacidos en los seminarios religiosos fundamentalistas, prometieron orden y seguridad en su ofensiva para gobernar.

En 1996, la guerrilla tomó el control de Kabul y arrebató el Gobierno y la presidencia al líder muyahidín Burhanuddin Rabban, uno de los héroes de la victoria frente a los soviéticos. En su avance, los talibanes instauraron un régimen integrista sobre la interpretación rigurosa de la ley islámica. Entre otras medidas, impusieron castigos físicos, desde la pena capital en plaza pública a los latigazos o la amputación de miembros por delitos menores; despojaron de cualquier derecho a las mujeres, a las que obligaron a cubrirse íntegramente con el burka, y a las niñas, a las que prohibieron ir al colegio a partir de los 10 años, y erradicaron cualquier expresión cultural (cine, música, televisión) o incluso arqueológica.

Tras la toma del poder en Kabul, solo tres países reconocieron a los talibanes: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. Los servicios de inteligencia de Pakistán, pese a las negativas de Islamabad, han sido acusados por Estados Unidos de apoyar la insurrección talibán. El Centro para el Combate del Terrorismo de West Point estima que los talibanes cuentan con en torno a 60.000 combatientes, a los que se les sumarían decenas de miles de milicianos afines.

2. ¿Por qué Estados Unidos les declaró la guerra?

El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos sufrió los atentados de las Torres Gemelas, con una balance de alrededor de 3.000 muertos. Washington culpó del ataque a la red terrorista Al Qaeda, nacida a finales de los ochenta y liderada entonces por el saudita Osama Bin Laden. El Gobierno del presidente republicano George W. Bush declaró la guerra al terror y a sus santuarios, entre ellos, el Afganistán de los talibanes, donde se creía que habían encontrado refugio Bin Laden y la cúpula de Al Qaeda al abrigo del mulá muyahidín Mohamed Omar.

En octubre de 2001, Estados Unidos lanzó la Operación Libertad Duradera contra las fuerzas talibanes junto a la Alianza del Norte, una coalición de milicias rivales nacida tras la caída de Kabul. Los fundamentalistas escenificaron su capitulación en Kunduz, en la frontera hacia Tayikistán, en tan solo dos meses. No obstante, la invasión de tropas estadounidenses no dio con el paradero de Bin Laden y del mulá Omar.

Los talibanes admitieron en 2015 que el mulá Omar había fallecido dos años antes. El mulá Mansur, su sucesor, fue alcanzado por un ataque aéreo estadounidense en 2016. Maulaui Hibatullah Akhundzada es el actual líder de los talibanes. Bin Laden fue encontrado y abatido por fuerzas especiales estadounidenses en mayo de 2011 en Abbottabab (Pakistán).

3. ¿A qué se debe la actual guerra en Afganistán?

En diciembre de 2014, 13 años después de iniciada la guerra, el presidente estadounidense Barack Obama declaró el fin de las principales operaciones de combate. El mandatario demócrata, que elevó el número de efectivos de Estados Unidos en el terreno hasta casi 100.000, apostó por centrar los esfuerzos de sus tropas en el entrenamiento y cesión de responsabilidades en seguridad a las fuerzas afganas con el objetivo de poder cerrar la misión. Su sucesor en el cargo, Donald Trump, aceptó finalmente mantener el contingente en Afganistán hasta que la situación de la contienda lo permitiese. No obstante, en febrero de 2020, en el marco de conversaciones de paz en Doha (Qatar), Trump acordó con los talibanes que sacaría a las tropas del país en 14 meses.

En abril, el presidente Joe Biden, informó de que Estados Unidos retiraría sus tropas en un repliegue que se inició en mayo y que se prevé que concluya a más tardar el 11 de septiembre, fecha en la que se cumplen dos décadas desde los ataques terroristas contra las Torres Gemelas. En mayo, precisamente, los talibanes iniciaron una ofensiva para extender su área de control en el sur, norte y la franja occidental del país, con una estrategia de desgaste desde las capitales de las 34 provincias que dividen el país hacia las grandes ciudades.

Si bien los servicios de inteligencia estadounidenses estimaban en junio que el país podría caer en manos de los talibanes seis meses después del repliegue de tropas extranjeras, ahora creen que Kabul podría ser controlada por los fundamentalistas en 90 días. Solo entre julio y lo que va de agosto, un millar de civiles han perdido la vida debido a la violencia desatada en la ofensiva talibán, según cifras de la ONU. En torno a 250.000 personas han huido de sus hogares desde mayo. Pese a que en el papel, las fuerzas afganas, entrenadas y apoyadas por la coalición internacional durante las últimas dos décadas, cuentan con más efectivos, en torno a 288.000 entre policías y militares, el avance talibán está siendo rápido.

Estados Unidos moviliza más de 8.000 soldados en Afganistán. Foto: AFP.
Estados Unidos moviliza más de 8.000 soldados en Afganistán. Foto: AFP.

Biden envía 5.000 soldados más para evacuar a estadounidenses

“He autorizado el despliegue de aproximadamente 5.000 militares en Afganistán para asegurarnos de tener una retirada ordenada y segura del personal estadounidense y de otros aliados”, anunció ayer sábado el presidente de Estados Unidos, Joe Bidenn. En total, en la región, Estados Unidos tiene 8.000 soldados prontos para la acción en territorio afgano.

Los soldados ayudarán también a evacuar a miles de “afganos que ayudaron a las tropas” estadounidenses durante la guerra y que han pedido visados para trasladarse a Estados Unidos, además de a aquellos ciudadanos del país “que estén bajo un riesgo especial por el avance talibán”, añadió.

Según fuentes de defensa estadounidenses, la orden del presidente solo supone un aumento de 1.000 militares más respecto a los planes anteriores del Pentágono.

De los aproximadamente 5.000 autorizados por Biden, 3.000 son los militares anunciados el pasado jueves y que viajan este fin de semana al aeropuerto de Kabul, y 1.000 más se encuentran ya en la capital afgana para proteger la embajada.

Los 1.000 nuevos son un equipo de combate del batallón aéreo 82 de la división de infantería que iba a desplazarse a Kuwait por si hicieran falta refuerzos y que en cambio irán directamente a Kabul, indicó a Efe una fuente del Pentágono.

Otros dos equipos de combate de ese mismo batallón aéreo -compuestos por al menos 2.000 soldados más- sí irán a Kuwait como reservistas por si resulta necesario enviarlos como refuerzo a Kabul, explicó la fuente.

En un comunicado, Biden amenazó además a los talibanes con una respuesta militar “rápida y contundente” si atacan al personal estadounidense o su embajada en Afganistán, ante el temor de que ese grupo insurgente conquiste Kabul.

(Con información de EFE)

Varias estrategias, entre guerrilla y atentados

Después de la victoria de las tropas de Estados Unidos en 2001, y durante la transición hacia un Gobierno afgano bajo estándares democráticos, los talibanes han mantenido su zona de influencia en áreas del interior y la frontera con Pakistán. El grupo no se entregó, sino que replegó a sus miembros a zonas montañosas y de difícil acceso o fuera del país.

Los talibanes han mantenido diferentes estrategias, desde el avance paulatino de sus milicias en una guerra de guerrillas tradicional a los atentados terroristas contra fuerzas de seguridad, funcionarios políticos, mujeres y periodistas.

No obstante, la llegada de la marca del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) a Afganistán, a través de deserciones de otros grupos armados afganos como los talibanes, ha complicado la labor de las autoridades para señalar la autoría de los atentados de los últimos años. Los talibanes suelen asumir la responsabilidad de sus ataques a través de su principal vocero en las redes, Zabihullah Mujahid.

¿Acuerdo? Una pregunta clave surge en estos momentos de retirada de las fuerzas de Estados Unidos y avance de los talibanes: ¿Puede alcanzarse algún acuerdo entre las partes para frenar la violencia? En febrero de 2020, Estados Unidos, bajo el Gobierno de Donald Trump, y los talibanes alcanzaron un acuerdo por el que Washington se comprometía a retirar sus fuerzas en mayo de 2021 y la milicia a no atacarlas e iniciar el diálogo con el Gobierno encabezado por Ashraf Ghani. También el año pasado se iniciaron conversaciones entre las partes en Doha, capital de Catar, pero sin mucho éxito.

El pasado 12 de agosto, precisamente a través de Catar, el Ejecutivo de Afganistán envió a los talibanes una propuesta para compartir el poder a cambio del final de la escalada bélica. Los insurgentes no se han pronunciado sobre un posible acuerdo y mantienen su ofensiva.

Ante el avance talibán, que en poco más de una semana ha logrado el control de 23 de las 34 capitales de provincia afganas, el presidente Ghani enfatizó ayer sábado, en un discurso televisado, que la “máxima prioridad” del Gobierno reside en la movilización de las fuerzas de seguridad para intentar frenar la ofensiva.

El anuncio del presidente se produce ante un panorama desolador, después de que muchas tropas afganas se rindieran o huyeran de los territorios conquistados por los talibanes, en algunos casos sin oponer resistencia.

(Con información de El País de Madrid y EFE)

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