PRESIDENTE DE EE.UU.
Los atentados mataron a 13 militares estadounidenses en medio de la operación de evacuación de Afganistán tras la toma de poder de los talibanes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el jueves "perseguir" a los autores de los atentados suicidas con bomba del Estado Islámico (EI) en Kabul, que mataron a 13 militares estadounidenses en medio de la operación de evacuación de Afganistán tras la toma de poder de los talibanes.
"No perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar", afirmó Biden en un discurso a la nación desde la Casa Blanca, durante el cual llamó "héroes" a los estadounidenses caídos.
Biden remarcó que ha pedido a los jefes de las Fuerzas Armadas que elaboren diferentes planes para atacar enclaves del EI, al asegurar que saben "quiénes son".
Biden reiteró que EE.UU. continuará con la evacuación ya que los "terroristas no van a ganar" y se mostró abierto a enviar más tropas para garantizar la misión, pero apuntó que los comandantes no lo habían solicitado por el momento.
"He instruido a los militares, que cuando si necesitan fuerzas adicionales, lo aprobaré", apuntó.
El Pentágono ha señalado que actualmente hay 5.000 personas dentro del aeropuerto esperando abordar uno de los aviones de evacuación.
El ataque se produce a cinco días de la fecha marcada por el propio Biden para el final de la misión de evacuación y la retirada de tropas de Afganistán, el 31 de agosto.
Se trata del primer ataque mortal sufrido por tropas estadounidenses en Afganistán desde febrero de 2020.
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el doble atentado suicida en el aeropuerto de Kabul con al menos 60 muertos y 140 heridos, en su mayoría afganos que trataban de subir a algunos de los vuelos de evacuación de los países aliados, que también sufrieron víctimas entre sus filas.
EE.UU. cree que un suicida del grupo terrorista EI detonó una bomba en uno de los accesos al aeropuerto de Kabul, la llamada Abbey Gate, mientras que otro hizo estallar los explosivos que llevaba encima cerca del Hotel Baron, situado en las proximidades del aeródromo, lo que fue seguido por un ataque armado.