AFP
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó ayer domingo en la isla mediterránea de Lampedusa un plan de emergencia para ayudar a Italia a manejar la llegada récord de migrantes y pidió solidaridad a sus socios de la Unión Europea.

Von der Leyen visitó con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, el centro de acogida de la pequeña isla italiana que está saturado por el desembarco de miles de migrantes en los últimos días.

Tras el recorrido, la jefa del ejecutivo europeo presentó un plan de ayuda de diez puntos orientado a gestionar la situación actual, repartir mejor a los solicitantes de asilo entre los miembros del bloque y prevenir la repetición de este tipo de episodios. El objetivo es combinar una postura firme frente a los traficantes de personas y una simplificación de las vías legales para que quienes reúnan los requisitos para pedir asilo puedan llegar a Europa.

“La migración irregular es un desafío europeo que necesita una respuesta europea”, dijo. “Exhortamos a los otros Estados miembros (de la Unión Europea) a utilizar el mecanismo de solidaridad voluntaria”, agregó, sin mencionar a Alemania, que recientemente decidió ya no recibir migrantes procedentes de Italia.

Por su parte, Meloni advirtió que “es el futuro que Europa quiere darse el que está en juego aquí”.

La Cruz Roja italiana indicó ayer domingo que había unas 1.500 personas en el centro de acogida de Lampedusa, con capacidad para 400, y que estaban previstos nuevos traslados hacia Sicilia y el continente.

Habitantes de la isla enojados con los masivos desembarcos de migrantes recibieron a los responsables europeos en el aeropuerto y amenazaron con bloquear el cortejo. “Hacemos todo lo que podemos”, les respondió Meloni. “Como siempre, asumo personalmente la responsabilidad”, agregó.

Von der Leyen dijo que su plan de ayuda a Italia incluía un mayor apoyo a la Agencia de Asilo de la Unión Europea (AAUE) y a la agencia de control fronterizo de la UE, Frontex, para registrar a los recién llegados.

Estas medidas incluyen la toma de huellas y la realización de entrevistas para asegurarse de que las personas son dirigidas a las autoridades competentes.

La UE también aumentará la ayuda para trasladar a los solicitantes de asilo desde Italia a otros países de la UE, dentro de un plan voluntario para compartir la responsabilidad de los migrantes, especialmente las mujeres y los menores no acompañados.

Meloni y Von der Leyen se dirigieron al puerto donde están amarradas decenas de embarcaciones de todo tipo utilizadas por los migrantes, que en su mayoría partieron de Túnez.

Entre el lunes y el miércoles, unas 8.500 personas, más que toda la población local, llegaron a bordo de 199 embarcaciones, según cifras de la agencia de migración de la ONU.

La crisis migratoria dio lugar en los últimos tres días a una intensa actividad diplomática. El sábado se efectuó una cita telefónica entre los ministros del Interior de Italia, Alemania y Francia, la presidencia española de la UE y la comisaria europea de esa cartera, Ylva Johansson Johansson.

Lampedusa, la isla más meridional de Italia situada a menos de 150 kilómetros de la costa tunecina, es un punto habitual de llegada de migrantes del norte de África.

En total, más de 127.000 migrantes irregulares han llegado a las costas italianas desde el inicio del año, casi el doble en comparación con el mismo período de 2022.