MADRID
Fundada en 1959 bajo la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), ETA cometió numerosos atentados, asesinatos y secuestros en más de cuatro décadas de violencia.
Declaraciones del líder de los separatistas vascos sobre votar a favor de los presupuestos a cambio de la excarcelación de exmilitantes de ETA encendieron la polémica en España ayer miércoles, cuando se celebra el décimo aniversario del fin de la lucha armada de la organización terrorista vasca.
“Tenemos a 200 (presos) dentro. Y esos tienen que salir de la cárcel. Y si para eso hay que votar los presupuestos, pues los votaremos (...) sin ningún problema”, declaró Arnaldo Otegi el lunes durante una reunión con sus compañeros de coalición, según un video difundido ayer miércoles.
Sus declaraciones provocaron un acalorado debate en el Congreso de los Diputados.
“¿Va usted a sacar de la cárcel a 200 terroristas para que le apoyen los presupuestos como (...) ha dicho Otegi? Responda, ¿sí o no?”, lanzó Pablo Casado, líder del opositor Partido Popular (PP), al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
“Es un no rotundo”, respondió Sánchez, que en el pasado se benefició del apoyo en el Parlamento de los cinco diputados separatistas vascos de Bildu, partido considerado brazo político de ETA. Bildu votó a favor de los presupuestos anteriores.
A la cabeza de un gobierno de izquierdas minoritario, Sánchez debe ganarse el apoyo de pequeños partidos para aprobar los presupuestos, dando pie a regateos políticos.
“La ley se ha aplicado, se aplica y se aplicará en todo momento”, subrayó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, un exjuez que instruyó numerosas causas relacionadas con ETA, descartando cualquier acuerdo de excarcelación.
Arnaldo Otegi -quien estuvo preso por el secuestro de un empresario pero quien luego jugó un papel en el fin del recurso a la violencia de ETA- reconoció por primera vez el lunes “el dolor” causado a las víctimas por parte de la organización terrorista. “Nunca debió haberse producido”, dijo.
Un gesto calificado de “insuficiente” por el gobierno, que pide a la izquierda separatista condenar claramente a ETA y terminar con los homenajes a los etarras cuando salen de prisión.
Fundada en 1959 bajo la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), ETA (Euskadi Ta Askatasuna, País Vasco y Libertad) cometió numerosos atentados, asesinatos y secuestros en más de cuatro décadas de violencia. La organización, a la que se le atribuyen más de 850 muertos, anunció su disolución definitiva en mayo de 2018.
Homenaje a víctimas.
Al margen de la polémica sobre los presos, el décimo aniversario del fin de las acciones de ETA se vio centrado en el recuerdo a las víctimas del terrorismo, con actos institucionales que tuvieron lugar fundamentalmente en el País Vasco.
En Bilbao, el presidente regional vasco, Iñigo Urkullu, expresó su deseo de que las víctimas de ETA formen “parte activa de la construcción de la convivencia y el futuro”, mediante una “memoria honesta”, y remarcó que los vascos “no estamos dispuestos a olvidar”.
En el mismo acto intervinieron familiares de víctimas que destacaron la idea de que la juventud “debe conocer el sufrimiento padecido aquí para que no se repita”.
Fueron múltiples los actos que se repitieron en varias ciudades de España y también las voces que hicieron declaraciones en una fecha tan señalada, como la del expresidente español Mariano Rajoy, quien aseguró que diez años después quedan cuestiones pendientes como que se pida perdón por parte de quien “tanto daño ha causado”, y que desaparezcan los homenajes a presos de ETA cuando salen de la cárcel.
En una carta publicada ayer miércoles, siete exmiembros de ETA señalaron que es “inaceptable” que “no se asuma la responsabilidad política” del daño causado por ETA por parte de la izquierda abertzale (el brazo político de la banda terrorista), a la que acusan de “esconderse” y “echar todo el peso sobre los autores de los atentados”.