Agencia EFE
Los elegidos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para formar parte de su gabinete 2.0, entre ellos el polémico Pete Hegseth para liderar el Pentágono y el “halcón” Marco Rubio como secretario de Estado, tendrán que enfrentarse esta semana al Senado para ser confirmados en el cargo.
La Constitución estadounidense establece que el presidente “nombrará” y el Senado dará su “consentimiento y designará” a ciertos altos cargos del país, como los miembros del gabinete y embajadores. Cada uno de los nominados debe recibir el apoyo de una mayoría simple de senadores. Antes de ello, deben comparecer en persona ante los comités pertinentes -como el Comité Judicial en el caso del fiscal general- y responder preguntas sobre sus objetivos en el puesto o su trayectoria.
Tras las audiencias, los comités envían al pleno un informe recomendando o no al candidato, aunque también pueden no emitir informe alguno, lo que anula la candidatura.
El Partido Republicano, al que pertenece Trump, cuenta con mayoría en ambas cámaras. En el Senado, los republicanos tienen 53 de los 100 escaños, por lo que podrían permitirse hasta tres defecciones para aprobar a los nominados. Aunque se espera que la mayoría de los candidatos sean aprobados, algunos enfrentan controversias que podrían complicar su confirmación.
Si algún candidato es rechazado, sería la cuarta vez en la historia del país que el Senado niega su aprobación a un nominado presidencial.
Nominados polémicos
Uno de los nominados más controvertidos es Hegseth, comentarista de la cadena conservadora Fox y elegido para ser secretario de Defensa, que comparecerá mañana martes en audiencia.
Hegseth se ha visto envuelto en un escándalo por un caso de abuso sexual y por su supuesto abuso del alcohol. En 2017 fue denunciado por una mujer que alegó haber sido agredida sexualmente, el caso no llegó a juicio porque, según dijeron sus abogados a The Washington Post, pagó por el silencio de la denunciante para proteger su empleo.
Veterano de Irak y Afganistán, Hegseth es conocido por defender políticas ultraderechistas, como la militarización de la frontera con México y restricciones a los derechos de personas transexuales.
Otra figura destacada que será evaluada en una audiencia el miércoles es Pam Bondi, exfiscal general de Florida (2011-2019), propuesta como fiscal general
Cuando anunció su nombramiento, Trump la elogió por haber sido “muy dura con los delincuentes violentos” y haber logrado que “las calles fueran seguras para las familias de Florida”.
Como nominada para fiscal general, un puesto en el que Trump buscaba a alguien de confianza absoluta, Bondi reemplaza al que fuera congresista republicano Matt Gaetz, quien retiró su candidatura en medio de acusaciones de consumo de drogas y relaciones con menores.
Otra figura importante que el miércoles será sometida al examen del Senado será Marco Rubio, senador por Florida desde 2011 y considerado un “halcón” en política exterior con posiciones a favor de mano dura con China e Irán y de las sanciones sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua. De conseguir la confirmación del Senado, que se prevé casi segura, se convertiría en el primer latino en ser el máximo representante de la diplomacia estadounidense.
Nacido en Miami y de origen cubano, Rubio fue uno de los rivales de Trump en las primarias de 2016 por la nominación presidencial republicana. Sin embargo, pronto se convirtió en uno de sus asesores más cercanos, especialmente en política hacia Latinoamérica en el primer mandato del magnate (2017-2021).
Otra audiencia que promete ser polémica también el miércoles será la de la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, a quien Trump llegó a considerar como su vicepresidenta pero que cayó en desgracia tras revelar en un libro que había matado de un tiro a su perro de caza de 14 meses por considerarlo “imposible de adiestrar”.
Además, esta semana pasarán por el examen del Senado los nominados para secretario de Asuntos de Veteranos, Doug Collins; secretario de Interior, Doug Burgum; y secretario de Transportes, Sean Duffy.
Renuncia del fiscal
El fiscal especial Jack Smith renunció al Departamento de Justicia tras entregar los informes finales sobre los fallidos procesos criminales que lideró contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, según un escrito ingresado el pasado sábado en un tribunal federal de Florida.
De acuerdo al documento judicial, Smith renunció al Departamento de Justicia, resignación que se ha hecho efectiva desde el viernes, tras haber entregado los informes finales contra Trump, reportes que son objeto de una disputa sobre su publicación, a lo que se opone el republicano precisamente cuando se halla a días de asumir su segundo mandato, el próximo 20 de enero.
Según la moción, Smith ha hecho entrega de los dos reportes el pasado martes al fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, que es quien tiene la potestad de decidir sobre la publicación o no de los informes. Los reportes detallan las decisiones sobre posibles cargos en las dos investigaciones lideradas por Smith: una relacionada con la retención de documentos clasificados en la residencia de Trump en Mar-a-Lago y otra sobre los intentos del también expresidente (2017-2021) de revertir los resultados de las elecciones de 2020, que culminaron en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
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