Ulises Campbell, O Globo/GDA
Autoridades brasileñas investiga una orgía realizada por decenas de hombres en la playa Arpoador, en la zona sur de Río de Janeiro, en las primeras horas del año. El acto sexual colectivo comenzó en la víspera de Año Nuevo y continuó hasta el amanecer. Por la mañana, los hombres fueron filmados y los videos terminaron viralizándose en las redes sociales, convirtiéndose en uno de los temas más comentados.

Con estas grabaciones la policía intenta identificar a los hombres que participaron en el sexo grupal en un espacio público. Según el artículo 233 del Código Penal brasileño, la práctica de un acto obsceno en un lugar público o espacios colectivos abiertos es un delito que puede acarrear pena de prisión de 3 meses a un año o multa. Sin embargo, por ahora los investigadores no han identificado a nadie involucrado.

Desde hace varios años, todas las noches, el skate park de Arpoador, llamado Skate Bowl, ubicado en el Parque Garota de Ipanema, se transforma en un lugar conocido entre la comunidad gay de Río como un “punto de encuentro”.

La dirección aparece en varias guías como el “mejor lugar para tener sexo al aire libre” de la ciudad. Sin embargo, la orgía siempre se desarrollaba de noche. Esta vez, los habituales decidieron alargarlo hasta la madrugada, llamando la atención de quienes llegaron temprano a Arpoador para hacer deporte.

Río de Janeiro no es la única ciudad que tiene lugares para orgías al aire libre. La Policía Militar del Distrito Federal, por ejemplo, lleva décadas intentando impedir la actividad sexual colectiva en los estacionamientos del Parque da Cidade Sarah Kubitschek, una de las zonas verdes urbanas más grandes de Brasil.

La administración de Brasilia ya cerró la entrada a los automóviles después de las 22 horas para frenar la práctica, pero quienes disfrutan del sexo en lugares públicos comenzaron a frecuentar una plantación de eucaliptos cerca del estacionamiento 11. El lugar se hizo conocido en la capital federal como el "bosque de susurros".

En São Paulo, el desafío de la Policía Militar es implosionar la tradición del sexo al aire libre entre hombres en lugares ya tradicionales y también indicados en las guías gay. Lugares como el Mirante da Lapa, la Rua Curitiba, en Paraíso, el Parque Ibirapuera, el Parque Ecológico do Tietê y la ciclovía Marginal Pinheiros son mencionados como lugares de cruising y "dogging", como se conoce la práctica de encuentros sexuales en lugares públicos, generalmente implican exhibición colectiva o la participación de observadores. Estos espacios atraen visitantes, especialmente de noche, pero también generan reclamos de los vecinos y son monitoreados por las autoridades.