EFE
Portugal dijó elecciones para dentro de cuatro meses, el 10 de marzo de 2024, en los que los socialistas pueden recuperar la confianza de la población o la derecha ganar terreno tras ocho años fuera del Gobierno.
Expertos consultados por EFE concuerdan en que no se repetirá una mayoría absoluta como la que logró el Partido Socialista (PS) en las legislativas de enero de 2022, pero no descartan que el partido de António Costa, que dimitió el martes al saberse investigado por supuesta corrupción, pueda volver al Ejecutivo.
Dependerá de lo que se vaya conociendo en las próximas semanas, ya que la Justicia portuguesa no ha concluido las investigaciones que determinarán si el primer ministro está implicado. Además, todavía no se ha decidido quién será el sucesor de Costa en el PS, lo que podría abrir o cerrar puertas a pactos de izquierda.
El politólogo António Costa Pinto, coordinador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, explicó que la decisión del presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, de adelantar los comicios le parece “tradicional” y “equilibrada” ante un panorama en el que el mandatario “tenía un gran margen de maniobra”.
No quiso hacer previsiones, pero señaló que la fecha de las elecciones decidida por Rebelo de Sousa da tiempo suficiente al PS para realizar un cambio de líder y prepararse para los comicios.
“Ahí el presidente fue bastante equilibrado porque, cuanto más próximas sean las elecciones al proceso (de investigación sobre Costa), mayor será la contaminación por el caso de corrupción”, recordó.
El director del Centro de Estudios y Sondeos de Opinión de la Universidad Católica Portuguesa, Ricardo Ferreira Reis, alegó que, aunque es necesario esperar a las encuestas de las próximas semanas, en marzo pueden salir coaliciones tanto de centroderecha como de centroizquierda.
“Si hay un desgaste muy grande del PS, no es imposible que haya una mayoría estable de centroderecha sin necesitar a Chega”, el partido de ultraderecha luso y actual tercera fuerza política en Portugal, aunque sea un partido que pueda aprovechar el escándalo de corrupción y ganar votos.
Los partidos que podrían integrar esa coalición de centroderecha serían el conservador Partido Social Demócrata (PSD), el actual líder de la oposición; Iniciativa Liberal, cuarta fuerza parlamentaria; y los democristianos de CDS, fuera del Parlamento desde 2022.
Sin embargo, el experto matizó que “no es imposible una mayoría de izquierda, incluso solamente con el Bloco de Esquerda y sin el Partido Comunista”, aunque dependerá mucho de la figura que los socialistas elijan para suceder a Costa.
Más allá de esos dos escenarios, tampoco sería descartable un tercero de “ingobernabilidad”, similar al que atraviesa España, pero sin los nacionalistas, que podría venir por un aumento de los votos de la ultraderecha, con la que nadie quiere pactar. En este caso, solo habría una solución: “un Gobierno de centro”, dijo Ferreira Reis.
Desde las legislativas de 2022, la mayoría de los partidos han elegido a nuevos líderes, lo que podría generar nuevos pactos que no fueron posibles en el pasado.
El PSD cuenta desde hace año y medio con Luís Montenegro, que, a diferencia del anterior presidente, ha cerrado puertas a un arreglo con la ultraderecha, lo que podría suscitar un mayor interés entre los votantes de centro y derecha.