Portugal inició campaña para las legislativas del 10 de marzo, con la ultraderecha como favorita

Se podría dar un giro político en ese país, luego de ocho años de gobiernos socialistas. Italia, Eslovaquia, Hungría y Finlandia ya están gobernados por coaliciones con extrema derecha

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Candidato: Luís Montenegro (AD) sale bien en las encuestas
Candidato: Luís Montenegro (AD) sale bien en las encuestas.
Foto: AFP

Redacción El País
Portugal, que ayer domingo entró oficialmente en campaña para las elecciones legislativas del 10 de marzo, podría dar un giro a la derecha tras ocho años de gobierno socialista interrumpidos por denuncias de tráfico de influencias.

La campaña para las legislativas anticipadas arrancó con los líderes de los principales partidos en el norte del país y envuelta en dudas sobre la futura gobernabilidad y los problemas de corrupción.

Unos 10,8 millones de portugueses están llamados a concurrir a las urnas en marzo, con el candidato del Partido Socialista (PS), Pedro Nuno Santos, y el de la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), Luís Montenegro, favorito a convertirse en primer ministro.

“El tema de la corrupción en esta coyuntura europea favorece a la derecha radical”, señala el politólogo Antonio Costa Pinto, del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa (ICS).

Varios países de la Unión Europea, entre ellos Italia, Eslovaquia, Hungría y Finlandia, están gobernados por coaliciones con un partido de extrema derecha en sus filas.

Los Países Bajos podrían unirse a esta lista tras la victoria de Geert Wilders en sus elecciones legislativas de noviembre.

Paisaje político

En Portugal, que celebrará en abril los 50 años de la Revolución de los Claveles y el fin de una dictadura fascista, la extrema derecha tardó más que en otros lugares en trastornar el paisaje político, pero la teoría de una excepción lusitana quedó descartada.

El joven partido Chega (”Basta” en portugués) -fundado en 2019 por un antiguo comentarista de fútbol, que se convirtió en el verdugo de las élites político-económicas-, tiene entre 15 y 20% de las intenciones de voto.

En las elecciones legislativas de enero de 2022, esta formación antiinmigración -pero no antieuropea- ya había logrado 7,2% de los votos y doce diputados en un Parlamento de 230 escaños.

Su presidente André Ventura espera ahora desafiar la hegemonía del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) en el seno de la derecha portuguesa que, en su conjunto, debería ser mayoritaria. Liderada por Luis Montenegro, la principal formación de oposición sigue estando mejor situada que Chega en las encuestas, donde aparece con puntuaciones cercanas al 30% y una ligera ventaja sobre el Partido Socialista (PS).

En vísperas de las elecciones, los interrogantes son saber si el centro-derecha liderará los resultados y en qué medida dependerá del apoyo de Chega para gobernar.

Montenegro, que se presenta en nombre de la Alianza Democrática (AD) ya rechazó todo acuerdo con la extrema derecha, esperando formar una mayoría estable con la ayuda de la Iniciativa Liberal (IL).

El sucesor de Antonio Costa al frente de los socialistas, Pedro Nuno Santos, ya ha previsto no obstaculizar la formación de un gobierno minoritario de centro derecho. En el poder desde finales de 2015, Antonio Costa había obtenido una victoria histórica en las elecciones legislativas de enero de 2022, pero su primera mayoría absoluta resultó muy inestable.

A pesar de un balance marcado por el saneamiento de las finanzas públicas y una relativa salud económica, el ejecutivo sucumbió a una serie de escándalos y dimisiones. El golpe de gracia fue dado por una investigación por tráfico de influencias contra uno de sus ministros y su propio jefe de gabinete, que tenía 75.800 euros (unos 82.000 dólares) en efectivo ocultos en los estantes de su oficina. El propio Costa, acusado por la Fiscalía, dimitió en noviembre y precisó que no será de nuevo mandato. AFP, EFE

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