Asediado por la escalada del dólar, la inestabilidad financiera y acorralado dentro de su propia fuerza política, Alberto Fernández resolvió dar un paso al costado y bajó ayer su candidatura a la reelección. En un video difundido temprano en la mañana en sus redes sociales, el presidente argentino sentencia, en referencia al 10 de diciembre próximo: “Ese día le entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido legítimamente en las urnas por el voto popular”.

A lo largo del video -de más de siete minutos y al que puso de título “Mi decisión”- el presidente cuenta, con voz en off y sobre imágenes de archivo, las razones del sorpresivo anuncio.

Fernández alega que concentrará sus esfuerzos en la crisis económica, con un dólar que ayer alcanzó los $445 y una inflación del 7% en marzo. “El contexto económico me obliga a dedicar todos mis esfuerzos a atender los difíciles momentos que atraviesa la Argentina”.

Según consigna La Nación, Fernández llamó, en la noche del jueves, al jefe de Gabinete, Agustín Rossi; al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; al canciller Santiago Cafiero y a la portavoz Gabriela Cerruti.

Con algunos se quedó charlando hasta pasada la medianoche. A todos les comunicó que se iba a bajar de la reelección y que lo quería anunciar en la misma mañana de ayer. Uno de sus colaboradores transmitió: “Lo vimos tranquilo, convencido de estar haciendo lo correcto. Aunque hacer lo correcto no sea lo que más le convenga”.

El paso al costado del presidente era demandado desde hace tiempo por el kirchnerismo, que le pedía que se corriera de la disputa para que Cristina Kirchner pudiera definir la estrategia electoral. Sin embargo, en el pasaje final del mensaje, Fernández insiste varias veces en que debe haber una PASO (elecciones Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) para “democratizar” el espacio.

Alrededor de las 18.00, el presidente participó del Consejo del Partido Justicialista, en una reunión que no excedió las formalidades y donde se fijó el Congreso del partido para el 16 de mayo. Es la instancia en la que se debe confirmar la unidad y la inscripción del Frente de Todos como alianza electoral.

Las miradas dentro del peronismo se dirigieron naturalmente hacia Cristina Kirchner y Sergio Massa. No son pocos los que piensan que la vicepresidenta y el ministro de Economía, cada uno con sus motivos, fueron determinantes para que Fernández se bajara de la competencia.

En horas de la tarde Massa reaccionó al anuncio del mandatario: “La decisión de Alberto Fernández muestra su generosidad y deja una marca hacia adelante. Responsabilidad y unidad es el camino”, manifestó el ministro. De acuerdo a fuentes consultadas por La Nación, la jornada de ayer fue determinante.

Por un lado, el clima político que percibió en un acto que compartió con el gobernador Kicillof, que fue frío y distante respecto de su figura. Por el otro, el encuentro con Massa con foto incluida en la quinta de Olivos, que fue pensada para dar una señal de distensión, pero que puertas adentro del oficialismo fue interpretada como una reunión crucial para su posterior decisión.

Tras ese encuentro, el ministro se dirigió al Congreso, donde las primeras versiones indicaron que se había reunido con Cristina Kirchner, mientras que otras posteriores afirmaron que estuvo en el despacho de la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, donde antes había estado Máximo Kirchner.

Como fuera, la sintonía política entre el jefe del Palacio de Hacienda y el kirchnerismo está a la orden del día.

La Cámpora, que sigue bajo el ala de Máximo Kirchner, se tomó unas horas para reaccionar. “Se abre una nueva etapa para reordenar las prioridades del Frente de Todos”, remarcaron en un mensaje en Twitter.

Entre los funcionarios que se mantienen leales a Fernández empiezan a analizar quién tomará la posta en caso de que se confirmen las PASO en el Frente de Todos. Una posibilidad es que se potencie la candidatura de Daniel Scioli. Otra, que surjan candidatos alternativos como Agustín Rossi, el jefe de Gabinete, que ayer dijo que tomará los próximos 10 días para evaluar si su propia candidatura es factible.

En el massismo, la moneda está en el aire. La última comunicación de Massa a los dirigentes del Frente Renovador fue que se preparen para un congreso partidario con fecha el 5 de mayo.

Los gobernadores del PJ del interior del país, en tanto, anticiparon ayer su demanda para que algún dirigente de ese grupo integre la fórmula presidencial del Frente de Todos, algo que el kirchnerismo sigue con atención.

Siguen en carrera en el oficialismo

Sergio Massa

LUIS ROBAYO/AFP fotos

El ministro de Economía siempre tuvo en su horizonte la candidatura presidencial, aunque las complicaciones con la inflación y el dólar minaron sus chances. Hasta diciembre, el kirchnerismo y gran parte del peronismo del interior lo veía como el favorito para representarlos.

Eduardo de Pedro

Foto: La Nación (GDA)

El ministro del Interior, que responde a Cristina Kirchner, se puso el traje de candidato hace meses, empujado por la vicepresidenta. Pero los números de “Wado” en las encuestas son magros. En La Cámpora no descartan que sea una opción de candidato a vicepresidente.

Axel Kicillof

Foto: AFP

Máximo Kirchner y otros dirigentes oficialistas insisten en que Kicillof debería presentarse a la presidencia porque es quien mejor retiene el voto duro después de Cristina. Pero él quiere ser reelegido como gobernador de Buenos Aires, con Cristina como candidata a presidenta en la boleta.

Daniel Scioli

ENRIQUE MARCARIAN

Se lanzó hace poco más de un mes y alterna sus tareas de embajador en Brasil con recorridas de campaña por la Argentina. Tuvo el impulso de la Casa Rosada y el kirchnerismo lo rechaza. Por el momento, en su entorno dicen que tiene la decisión tomada de presentarse en las PASO.

Cristina Kirchner

Foto: EFE

Dijo que no será candidata, pero no ha movido un dedo para desactivar el operativo clamor organizado por La Cámpora y el Instituto Patria. Axel Kicillof la empuja a competir. Es quien tiene la base de intención de voto más alta de su sector. Sin embargo, su imagen negativa pesa mucho.

El anuncio de Alberto Fernández sobre su renuncia a la reelección tomó por sorpresa a la mayoría de los aspirantes presidenciales de Juntos por el Cambio que se alistan para competir en las próximas elecciones.

Patricia Bullrich, una de las precandidatas a presidente de Pro, optó por el silencio. En su tropa visualizan que el renunciamiento de Fernández a competir por un segundo mandato no alterará el escenario electoral, pero aguardan que tranquilice a los mercados y frene la corrida cambiaria que provocó la feroz interna en el oficialismo.

Horacio Rodríguez Larreta, rival de Bullrich en la convulsa interna de JxC, repite hace meses que Fernández no tenía posibilidades de ser reelecto por la delicada situación económica y social del país. “Sabíamos que Fernández no podía ser candidato”, afirmaron cerca de Larreta. El alcalde se enteró del sorpresivo anuncio de Fernández mientras recorría la ciudad de Rosario junto al economista Martín Redrado, una de sus últimas incorporaciones. “Es una muestra más del fracaso de este gobierno. De todo el kirchnerismo. Peor que lo que estamos no podemos estar”, remató Larreta. A su vez, subrayó que Fernández “gobierna hasta el 10 de diciembre”. En la cima de la Ciudad no tienen claro quién podría ser el competidor del Frente de Todos.

En el equipo de campaña de María Eugenia Vidal, una de las representantes de Pro que aspira a llegar a la Casa Rosada, no se sorprendieron por la definición del presidente. “No creemos que pueda cambiar el escenario. La candidatura de Fernández era una pantomima. No tenía chances”, afirmaron.

En tanto, en la Coalición Cívica de Elisa Carrió, otra de las aspirantes a presidenta, pusieron énfasis en que JxC debe “enfocarse en ordenarse, fortalecer la unidad y amistad política”. “Es imprescindible avanzar con el acuerdo programático”, indicaron desde el partido.