CASO MAHSA AMINI

Irán llevó a cabo ayer jueves la primera ejecución vinculada con las protestas por la muerte de Mahsa Amini, ahorcando a un hombre condenado por haber bloqueado una calle y herido a un miembro de la Basij, una fuerza paramilitar vinculada a los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico.

Irán es escenario de una ola de protestas tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años fallecida tras ser arrestada por la policía de la moral por vulnerar el código de indumentaria del país, que obliga a las mujeres a llevar velo.

En total, otras diez personas están condenadas a muerte por participar en las protestas.

Las manifestaciones han estado encabezadas por mujeres y estudiantes, que retiraron su velo en público y corearon lemas contra el régimen iraní.

La “ejecución de Mohsen Shekari debe toparse con fuertes reacciones, de lo contrario, lidiaremos con ejecuciones diarias de manifestantes”, afirmó Mahmood Amiry-Moghaddam, director de Iran Human Rights (IHR), radicada en Oslo. “Esta ejecución debe tener consecuencias prácticas rápidas a nivel internacional”, tuiteó.

Por su lado, la activista por la libertad de expresión Hosein Ronaghi, recientemente liberado de prisión, advirtió a las autoridades iraníes: “la ejecución de cualquier manifestante tendrá graves consecuencias para ustedes. Arrebatarle la vida a una persona es arrebatarnos nuestras vidas a todos. ¿Tienen horcas suficientes?”, tuiteó.

En un balance publicado el miércoles, IHR indicó que la represión de las protestas en Irán causó al menos 458 muertos, incluyendo 63 niños.

Según la justicia iraní, más de 2.000 personas fueron imputadas.

Al menos 28 personas, entre ellas tres menores, podrían ser ejecutadas en el país en relación con las protestas, afirmó el 2 de diciembre Amnistía Internacional (AI), que también tildó de “farsa” los procesos a manifestantes y acusó a las autoridades iraníes de servirse de la “pena de muerte como una herramienta de represión política para instigar miedo entre la gente y terminar con el levantamiento popular”.

Estados Unidos calificó de “escalada nefasta” la primera ejecución en Irán de un manifestante por las protestas y prometió que el régimen clerical rendirá cuentas.

“La ejecución de Mohsen Shekari representa una nefasta escalada en el intento del régimen de reprimir la disidencia y sofocar estas protestas”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, tuiteó a su vez que su país “hará responsable al régimen iraní por la brutal violencia que está cometiendo contra su propio pueblo”.

Además, una decena de países condenaron ayer jueves el acoso y los abusos sexistas producidos en internet contra las mujeres y niñas iraníes, así como la “extrema violencia” a la que se enfrentan las que lideran las protestas.

En un comunicado conjunto, los encargados de Exteriores de Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Canadá, Islandia, Nueva Zelanda, Chile, Corea del Sur y Suecia llamaron la atención sobre la “brutal represión” que están sufriendo las manifestantes en Irán, incluso a través de internet.

Estos países, agrupados en la Alianza Mundial para la Acción contra el Acoso y los Abusos de Género en Internet, criticaron que las autoridades iraníes cometen acoso en línea contra las mujeres que “exigen respeto por sus derechos humanos y libertades fundamentales”. Además, condenaron el uso de la tecnología para campañas de desinformación.