LONDRES
Los restos de la monarca británica, fallecida a los 96 años, son trasladados este lunes desde Westminster hasta el castillo de Windsor.
La procesión que llevará el féretro de Isabel II a la Abadía de Westminster para su funeral de Estado y luego a Windsor para su entierro es reflejo de las tradiciones de la monarquía británica.
Un nutrido grupo de marineros de la Royal Navy tirará con cuerdas del fuste de cañón que llevará el féretro, mientras que otros, 142 en total, les seguirán para hacer de freno.
Ocho soldados del 1er batallón de la Compañía de Granaderos de la reina tendrán la tarea de llevar el féretro desde Westminster Hall hasta el fuste y luego hasta el interior de la Abadía de Westminster, una vez finalizada la procesión.
Este es uno de los cinco regimientos de infantería de la Guardia Nacional de la casa real y uno de los más antiguos del ejército británico.
El uniforme de sus miembros, reconocible por su alto casco de pelo de oso negro, se inspiró en los granaderos de la guardia imperial de Napoleón, derrotada en Waterloo. Estos soldados estarán acompañados por oficiales del servicio de escuderos de la reina.
Tres regimientos serán especialmente honrados durante la procesión, permitiéndoles marchar muy cerca del féretro de Isabel II. Los Alabarderos (Yeomen of the Guard), el cuerpo militar más antiguo del ejército británico, creado en 1485, y el Honorable Cuerpo de los Caballeros de Armas son dos antiguas unidades de guardaespaldas del monarca, ahora limitadas a un papel ceremonial.
Les seguirán los miembros de la Real Compañía de Arqueros, que eran los guardaespaldas de Isabel II cuando estaba en Escocia.
Destacamentos de otros regimientos británicos y de la Commonwealth, de los que la reina fue comandante en jefe, se unirán a la procesión desde la Abadía de Westminster hasta el Arco de Wellington.
Si los miembros de la familia real, encabezados por el nuevo rey Carlos III, siguen el féretro, el carro será precedido por responsables de la Casa Real de Isabel II, como el director de la Colección Real o el secretario privado de la difunta monarca.
Frente a ellos, avanzarán bandas de gaitas y tambores de regimientos escoceses e irlandeses, una brigada de Gurkhas, soldados de origen nepalí pero miembros del ejército británico, y 200 músicos de la Royal Air Force.
Las fuerzas armadas contarán con 6.000 soldados, marineros y pilotos en la procesión o desplegados a lo largo del recorrido. Realizarán un saludo real en varios puntos del recorrido del féretro, por ejemplo al pasar por el memorial a la reina Victoria.
El servicio fúnebre empezará a las 11.00 (las 07.00 en Uruguay) oficiado por el deán de Westminster, David Hoyle, y con un sermón de Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, de la que el rey de Inglaterra es cabeza desde la ruptura de Enrique VIII con Roma en el siglo XVI.
Cabe aclarar que al finalizar la agenda, en el castillo de Windsor tendrá lugar un nuevo servicio fúnebre, más familiar, y su entierro, ya en privado.
La campana del Big Ben, en la famosa Torre del reloj de Londres, sonó ayer a las 20.00 (16.00 en Uruguay) para marcar el comienzo del momento de reflexión nacional, con un minuto de silencio.
Ucrania
La primera dama ucraniana, Olena Zelenska, se mostró visiblemente emocionada ayer en Londres ante el féretro de la reina Isabel II, antes de ser recibida por la princesa de Gales en su primera visita al Reino Unido, aliado clave de Kiev contra la invasión rusa.
Zelenska estuvo unos instantes en Westminster Hall, donde está la capilla ardiente, por cuya galería fueron pasando todo el día dignatarios extranjeros para presentar sus respetos ante el féretro cerrado de la monarca.
A continuación, Olena Zelenska fue recibida por Catalina, la esposa del heredero al trono Guillermo, en el Palacio de Buckingham.
Se espera que la primera dama ucraniana represente a Volodimir Zelenski en el funeral en la Abadía de Westminster, aunque su presencia no ha sido confirmada oficialmente. Rusia no fue invitada.
El Reino Unido ha estado a la vanguardia del apoyo a Ucrania contra Rusia, suministrando a Kiev armas antes de que se lanzara la invasión en febrero y abogando por el endurecimiento de las sanciones occidentales contra Moscú.
Debate
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, rechazó ayer reabrir el debate constitucional sobre el papel de la monarquía británica en su país, donde el soberano es jefe de Estado.
“Para mí no es prioridad, ni siquiera es algo que pretenda debatir”, declaró el jefe del gobierno canadiense en una entrevista en Londres con Radio Canada, en vísperas de los funerales de la reina Isabel II.
“Estamos en un momento tan complejo y complicado que hacer un cambio así de profundo en un sistema que está entre los mejores y más estables del mundo, para mí no es una buena idea”, insistió Trudeau.
Canadá es una excolonia británica que se independizó en 1867 y permanece como una monarquía constitucional cuyo jefe de Estado es el representante de la corona, ahora el rey Carlos III, “rey de Canadá”.
Con la muerte de Isabel II resurgió el debate sobre el papel de la monarquía, y según un sondeo de la consultora Ipsos para Global News, 58% de los canadienses desean un referendo sobre la continuación de la corona, un aumento de 5 puntos en un año.
Pero para el primer ministro canadiense, la monarquía constitucional asegura una “estabilidad notable” para nuestro tiempo, según afirmó.
“Es un sistema que funciona, en una era en que vemos cómo nuestras instituciones democráticas y nuestras democracias en todo el mundo se desmoronan un poco”, declaró Trudeau, quien conversó el pasado sábado con Carlos III.
Presidente de Armenia levantó polémica
El presidente de la República de Armenia, Vahagn Jachaturián, levantó polémica en el día de ayer en el Reino Unido al fotografiarse frente al féretro de Isabel II, quien yace hasta hoy, lunes, en la capilla ardiente instalada en el palacio de Westminster, en Londres.
Centenares de miles de personas han pasado desde el pasado miércoles por Westminster Hall, la gran sala que antecede a las cámaras del Parlamento británico, en cuyo centro está ubicado el catafalco fúnebre de la monarca y en la que está estrictamente vetado el uso de teléfonos móviles y la toma de instantáneas, y así se anunció que sería según el protocolo.
El tabloide “The Sun” publicó sin embargo una imagen en la que un miembro de la comitiva de Jachaturián le fotografía con un móvil mientras el mandatario armenio contempla el féretro de Isabel II.
El momento fue captado por una lectora del periódico que en torno a las 8.00 hora local estaba viendo la retransmisión en directo de la capilla ardiente, que la cadena pública BBC ofrece de manera ininterrumpida desde el pasado miércoles a través de su página web.
Una fuente de la organización de la capilla ardiente afirmó al tabloide: “Las reglas son extremadamente sencillas. Simplemente pedimos a la gente que se comporte con respeto y no tome fotografías. Todo el mundo ha sido capaz de cumplir esas reglas al pie de la letra, menos esta persona”.