NUEVA ADMINISTRACIÓN
El presidente electo, que asumirá el miércoles, afirma que no es chavista ni comunista y asegura que su gobierno combatirá el terrorismo.
El nuevo gobierno de Perú quedó listo para asumir plenas funciones el próximo miércoles, después de la entrega oficial de credenciales al presidente electo, Pedro Castillo, y su vicepresidenta, Dina Boluarte, mientras que los 130 nuevos congresistas juraron sus cargos en una ceremonia privada.
El izquierdista Castillo, un maestro rural y sindicalista de 51 años que derrotó en la segunda vuelta presidencial a la derechista Keiko Fujimori, recibió el viernes las credenciales de jefe de Estado para el período 2021-2026, en una ceremonia organizada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
“Para mí este es un honor, que juro no defraudar”, dijo un emocionado Castillo al momento de recibir los documentos otorgados por el presidente del JNE, José Luis Salas, quien también entregó credenciales a la vicepresidenta Boluarte.
En su posterior discurso, Castillo saludó “al pueblo peruano por la confianza puesta” en él y en su partido, Perú Libre, y agradeció “el denodado esfuerzo del Jurado Nacional de Elecciones” para celebrar los comicios presidenciales.
Aseguró que el miércoles asumirá la presidencia “para hacer cumplir el papel en el marco de la gobernabilidad respetando la institucionalidad” y la Constitución que, según dijo, se “debe dejar que la evalúen los peruanos y sea el pueblo el que la determine. Estamos acá para decirles que no vamos a defraudar al Perú, pero también vamos a llamar a la personas idóneas y comprometidas, pero con lealtad”.
El presidente electo, a quien el fujimorismo y las fuerzas de la derecha peruana acusan de ser “comunista y chavista”, también rechazó “rotundamente” la posibilidad de querer implantar en su país un gobierno con “modelos de otros países”.
“No somos chavistas, no somos comunistas, no somos extremistas, menos comunistas”, enfatizó antes de asegurar que su gobierno va “a combatir el terrorismo venga de donde venga”.
Tras eso, hizo un llamado “a la más amplia unidad” y convocó a todos sus compatriotas, incluidos sus adversarios políticos, para que contribuyan a implementar “el verdadero modelo peruano pensando en su diversidad, en su cultura”.
“Voy a dejar el sudor trabajando y luchando por este pueblo para que todos tengamos las mismas oportunidades, para que todos tengamos que apuntar a que las nuevas generaciones, los nuevos niños, primero tengan las mismas esperanzas”, sostuvo.
Divergencias.
El viernes también juraron al cargo los 130 nuevos congresistas elegidos en los comicios generales del pasado 11 de abril, en una ceremonia celebrada en privado por las restricciones ante la epidemia de COVID-19. La ceremonia estuvo dirigida por la Junta Preparatoria, presidida por el legislador Bernardo Quito, del partido Perú Libre, e integrada por el parlamentario de mayor edad, Enrique Wong (79 años), del partido Podemos, y la de menor edad, Rosangella Barbarán (26 años), del partido fujimorista Fuerza Popular.
Desde el inicio de actividades quedó en evidencia que el tema de enfrentamiento y debate en adelante será la propuesta de Castillo de convocar a una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución promulgada en 1993 por el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
En ese sentido, el presidente de la Junta Preparatoria y la mayoría de los 37 legisladores de Perú Libre juraron al cargo por una “nueva Constitución de todas las sangres”, como declaró Quito.
Por su parte, la bancada fujimorista de Fuerza Popular, que tiene 24 representantes, dejó en claro que defenderá la vigencia de la Constitución promulgada por Fujimori, quien cumple 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad.
Advierte por “bombas de tiempo” para su sucesor
El presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, advirtió que su sucesor, Pedro Castillo, se encontrará con una serie de “bombas de tiempo” puestas por el Congreso. Sagasti explicó a la Asociación de la Prensa Extranjera, que el Parlamento le envió 66 proyectos de ley para revisar y promulgar. Entre los textos está un nuevo código procesal constitucional que, cuando se mira en detalle, que “va a paralizar el sistema judicial, con consecuencias muy serias y graves”.