EFE, AFP
Un centenar de personas se manifestaron este lunes en Panamá frente a la residencia del embajador de Estados Unidos, donde quemaron banderas de ese país en protesta por la promesa del presidente Donald Trump de retomar el control del canal interoceánico.
Los manifestantes, convocados por organizaciones de izquierda, quemaron banderas de Estados Unidos. Uno de los convocados las pisó y escupió, antes de ser incendiadas. Algunos manifestantes llevaban banderas panameñas y una pancarta con el lema: "El canal de Panamá no está a la venta", junto a una foto de Trump con una esvástica (el símbolo de los nazis) en la boca.
Durante su discurso de investidura este lunes, Trump reiteró su intención, expresada varias veces antes de asumir el poder, de tomar el control de la vía interoceánica, incluso por la fuerza.
"China está operando el canal de Panamá y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo", dijo el presidente republicano.
Por su parte, El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó "de manera integral" las palabras de su homólogo estadounidense al señalar una vez más que "el Canal es y seguirá siendo de Panamá".
"En nombre de la República de Panamá y su pueblo, debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump relativas a Panamá y su Canal, en su discurso inaugural. Reitero lo expresado en mi mensaje a la Nación, el pasado 22 de diciembre: el Canal es y seguirá siendo de Panamá", señaló en un comunicado el mandatario centroamericano.
Mulino volvió a asegurar que "no hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración. El Canal no fue una concesión de nadie. Fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999, producto del tratado Torrijos-Carter", subrayó.
"Y, desde entonces hasta la fecha, por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos", agrega en el comunicado.
El Canal de Panamá fue construido por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso total al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999, como quedó establecido en los Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por el líder panameño, Omar Torrijos (1929-1981), y el presidente estadounidense, Jimmy Carter (1924-2024).
🟡 NOW: Union members in Panama burn US flag during Trump’s inaugural speech, vowing to defend their country against any invasion threatened by his administration. pic.twitter.com/oVjsGckcCv
— red. (@redstreamnet) January 20, 2025
Así, apuntó Mulino: "Ejerceremos el derecho que nos ampara, la base jurídica del Tratado, la dignidad que nos distingue y la fortaleza que nos da el Derecho Internacional como vía idónea para manejar las relaciones entre países y, sobre todo, entre países aliados y amigos, como lo demuestran la historia y nuestras actuaciones respecto a los EEUU".
Y concluyó, en tono conciliador, que "el diálogo es siempre la vía para aclarar los puntos mencionados sin menoscabar nuestro derecho, soberanía total y propiedad de nuestro Canal".
Por otro lado, Saúl Méndez, secretario general del sindicato de la construcción Suntracs, la mayor organización obrera del país, dijo que las intenciones de Trump son un "delirio" y "una locura" y aseveró: "No las aceptamos bajo ningún criterio". "Ni Trump ni los gringos ni su ejército ni su gobierno tienen nada en Panamá, lo que está en Panamá es de los panameños, el canal es panameño, la soberanía es panameña y la autodeterminación es panameña", agregó.
"Lucha" por la soberanía
El traspaso de la vía a manos panameñas hace 25 años es una "lucha" histórica y una "conquista irreversible" por la soberanía total de Panamá que se extendió por décadas, como ha señalado el Ejecutivo de Panamá.
Hace 61 años, el 9 de enero, una veintena de estudiantes murieron al enfrentarse a tropas estadounidenses que rasgaron una bandera de Panamá, que los primeros buscaban izar en la otrora zona del canal, un enclave colonial entonces bajo control de EE.UU.
Además de los Tratados Torrijos-Carter, que devolvieron el Canal a Panamá, existen además documentos relativos a la neutralidad permanente y la operación de la vía firmados por EE.UU. y Panamá en 1977 que son de "obligatorio" cumplimiento, y pusieron fin al tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 que le dio a EE.UU. los derechos a perpetuidad para construir y usufructuar el canal iniciado por los franceses, como explicó a EFE el exmandatario panameño (1978-1982) y exnegociador de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, Arístides Royo.